Páginas

martes, 8 de octubre de 2013

Ojo de Agua El Cardón, el parque donde los àrboles tocan el cielo


Ha nacido un gran americano verde, el Parque Ecoturistico Ojo de Agua El Cardón, ubicado en las inmediaciones del poblado El Consejo de Ciruma, municipio Miranda, al nororiente del Estado Zulia, Venezuela. 

Milagrosamente este milenario bosque de selva nublada posee 92 hectáreas y se conserva, entre otras cosas, por la tenacidad de sus pobladores de defender este excepcional espacio de los taladores furtivos y el generacional respeto hacia ese mágico lugar lleno de leyendas de duendes y apariciones.

Este inexplorado lugar, es la verdadera tierra de gigantes, como el emblemático Cabimo (copaiba) y el Algarrobo, que alcanzan hasta 40 metros de altura y los entrelazan los famosos bejucos que poseen grosores jamas vistos.


Sorprende aun que existan bosques como el Ojo de Agua el Cardon, que alberga en sus entrañas extraordinarios manatiales a los cuales sus pobladores les atribuyen propiedades asociadas al amor y la fidelidad ...

 "quien bebe agua de esos manatiales no abandona nunca a su pareja". También se piensa que de allí nace el rió El Guanábano, importante afluente de la región.
El parque era un viejo anhelo de los pobladores de El Cardón, comunidad integrada al Consejo de Ciruma, que es donde esta el bosque. En reuniones de trabajo con el Consejo Comunal de El Cardón, se definió el plan. Se acordó diseñar un sendero de interpretación, como única estrategia para impactar lo menos posible la selva. Se crearon tres paradas didácticas para explicar a los visitantes con detalle su esplendorosa flora, fauna y leyendas. Igual se construyo un modesto mirador para contemplar el Ojo de Agua o naciente del rió El Guanábano. 

Nada extraordinario desde el punto de vista de la ingeniería, pero demasiado significativo y emocional para todos los que materializamos esta idea. Un esfuerzo importante para construir con creatividad una señaletica científica que identifica las innumerables especies y unos jóvenes eco guias llenos de fe, esa fue la formula perfecta que nos ha permitido ser testigos de excepción del nacimiento de este gran americano verde, el Parque Ecoturistico Ojo de Agua El Cardón.


Le agradezco a la vida la oportunidad que me ha dado de conocer personas tan especiales,llenos de sueños y de fe, que sin ellos este hermoso parque no se hubiese iniciado. A Aura Caldera, quien me busco con la idea de que alli se hiciera un ecoparque, a Pedro Caldera, Alfredo Suarez, Glisbeth (Naky) Caldera, que con su empe;o cristalizaron la idea, A Arturo Faneite entre muchos y al Consejo Comunal El Cardon por haberme abierto sus puertas. Mi eterno afecto.




En cada parque existen sus  historias y leyendas. Una de esas reales historias es la que le dio el nombre a la comunidad del Consejo de Ciruma localidad donde se encuentra el Ecoparque Ojo de Agua El Cardon.


El origen del nombre del Consejo de Ciruma

En el año 1890 una extraña enfermedad azotó al estado Falcón, estado limítrofe con el estado Zulia. Una mancha aparecía en la piel y al cabo de dos semanas ésta se convertía en una llaga y, poco a poco, se extendía por todo el cuerpo. Las personas infectadas por esta enfermedad se iban pudriendo en vida, presentaban síntomas como fiebre y debilidad para ejercer cualquier tipo de actividad. Así, las víctimas de la enfermedad estaban condenadas a morir en un lapso de dos meses después de que la mancha se convirtiera en llaga.


Cuatro familias, decidieron abandonar el estado unidos como una sola familia, los más ancianos presentaban ya la mancha en la piel y en la familia Morles, un niño iba infectado también. Partieron en caballos, arreando sus ganados, con provisiones para un mes de camino, y la esperanza de encontrar un caserío en el estado Zulia donde poder establecerse lejos de la infección del estado abandonado. Llevaban también semillas de maíz, de auyama, y de otros alimentos, creían que, de no conseguir un caserío, podrían fundar en alguna tierra uno para las cuatro familias. Tras dos semanas caminando en medio de la selva falconiana y sin conseguir nada, el niño Santiago Morles presentaba fiebre con frecuencia y sus padres se desesperaban ante la idea de que pudiera morir en aquel peregrinaje. Los ancianos también se descomponían aceleradamente.

Encontraron un arroyo bordeado por cardones y se detuvieron para calmar la sed de los animales. Mientras las bestias se saciaban, un indio se les acercó. Se alarmaron al verlo, semidesnudo y de aspecto rudo. Cuando estuvo cerca, el temor aumentó al notar una cicatriz en su rostro que parecía dividírselo en dos. El indio parecía llevar un objetivo: sin distraerse, caminó directo hacia el niño, que estaba rodeado por sus padres y en los brazos de su madre, se abrió paso entre ellos y, ya frente a él, se inclinó a su altura. Nadie se resistió a su presencia. El indio miró el antebrazo del niño donde la mancha comenzaba a supurar.

-Esto- dijo tocando la llaga con su dedo- mal de ciudad. Hombre de ciudad mucho odio.

Luego señaló al frente del arroyo y agregó:

-Un día de camino, detrás de robles hay valle de Cabimo, yo indio Ciruma pasar por allí y ver el árbol que bota aceite, aceite untar en piel de niño. Niño sano. Aceite cura odio.

Se levantó y sin esperar una palabra ni pronunciar ninguna otra, se alejó en sentido contrario al lugar que había señalado.

La desesperación de los Morles les llevó a confiar en las palabras del indio Ciruma y, apoyados por la familia Suárez, decidieron dirigirse hacia el valle de los Cabimos. Las otras dos familias terminaron siguiéndolos también. Al día siguiente, ya al anochecer, llegaron al lugar, contemplaron el valle bordeado por los robles, en él varias docenas de Cabimos distribuidos a lo largo y ancho del valle. Era primavera, el olor del aceite que segregaba cada árbol era agradable al olfato, daba la impresión de estar dentro de un nuevo mundo. Tomaron aceite de Cabimo y lo untaron a los infectados por la enfermedad, sobre las manchas y sin frotarlo, como había indicado el indio con señas. Tres días después de que los pacientes padecieran una fiebre intensa por las noches, las llagas desaparecieron junto con la fiebre y los síntomas de la enfermedad.

Decidieron establecerse en aquel lugar y, en honor al indio, que nunca más volvieron a ver, llamaron al pequeño caserío “El Consejo de Ciruma”. Se proveían de agua del arroyo al que llamaron “El Cardón”, el mismo donde les encontró el indio. Tan pronto como se establecieron, un representante de cada familia volvió al estado Falcón exportando el aceite de Cabimo para que pudieran salvar a los pacientes que agonizaban y a los que iban siendo alcanzados por la enfermedad. Así, la fama del pequeño caserío corrió con rapidez. 

Por Gusmar Sosa



Sobre su geografía y naturaleza 

El Consejo de Ciruma se encuentra al pie de la serranía del Empalado, también conocida con el nombre de serranía de Ciruma. Está dotado de grandes riquezas naturales, variedad de especies de flora, especialmente lo referente a árboles y arbustos, así como vegetación herbácea y plantas medicinales. Fue declarado como pueblo "Jardín del Zulia" por el Ministerio del Ambiente en el año 1979, debido a la conservación que sus pobladores hacen al árbol de Cabimo (Copaiba) al que consideran un símbolo y por la zona de protección de flora y fauna silvestre, conocida como "El cardón" donde se conservan especies vegetales únicas en Venezuela y el mundo, así como invertebrados, hongos y reptiles. Este lugar es de mucha preferencia de investigadores botánicos, zoologistas y ambientalistas, así como fotógrafos y amantes de la naturaleza, actualmente es el principal destino turístico de la localidad desde su habilitación como parque ecoturístico en 2013

6 comentarios:

  1. Lenin, corrige el error emosional por emocional. La s esta muy cerca de la c en el teclado, por lo cual es un error de dedo.
    Quiero felicitarte pues esta vez las maderas se ven integradas al ambiente en su color natural y no pintadas de rojo distorsionante y cuya interpretación es cualquiera mejos ambientalista. Excelente esta recuperación. Bien por el estado Zulia.

    ResponderBorrar
  2. como siempre ,preocupado en tu tema el ambiente y sus recursos,el principal el ser humano
    el sr yo ,tiene razon que bello el color natural de la madera
    que feo esos colores usados antinatura,solo el arco iris los luce con elegancia,ademas de las aves y las flores
    pero eso no importa yo te felicito de todo corazon
    ojala hubieran muchas personas como tu

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Magaly, gracias por el apoyo con la madera y acertado tu comentario descriptivo del arco iris, aves y flores. Saludos.

      Borrar
  3. Excelente ser humano Don Lenin Cardozo. Sensible y ocupado por la natura. Dios bendiga tu vocación por la Madre Tierra. Hugo E. Méndez U.

    ResponderBorrar
  4. Soy una habitante de esta tierra bendita del Zulia, ahora mismo me dispuse a buscar sitios de interés eco turístico para visitar, y me tope casualmente con su blog, aprovecho para felicitarle y desear que siga cosechando éxitos en pro de la conservación ambiental, ahora bien mirando sus publicaciones me llama poderosamente la atención un parque al que hace mención ubicado en el municipio Miranda, Parque Eco turístico Ojo de Agua El Cardón, del cual nunca antes escuche hablar y que realmente estoy interesada en visitar y conocer, desconozco el lugar donde queda así mismo como llegar, por ello me gustaría me ayudara al respecto. Considerando los temores propios de moverse en territorios aislados y desconocidos del estado.

    ResponderBorrar
  5. Buenos dias exactamente dond queda el paque soy de san francisco estado zulia

    ResponderBorrar