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miércoles, 25 de febrero de 2015

¿Es posible que ocurran tsunamis en el Zulia?

Fotomontaje de un tsunami en Maracaibo. Juan Camacaro

Los tsunamis son considerados amenazas oceanográficas y son definidos como una serie de olas creadas cuando grandes masas de aguas son rápidamente desplazadas por terremotos, derrumbes superficiales o submarinos, erupciones volcánicas, explosiones submarinas (se mueve o tiembla la tierra en el fondo del mar u océano), armas nucleares e impactos de asteroides de considerable tamaño. Estas olas se amplifican al llegar a aguas someras o poco profundas, pudiendo generar daños considerables.



De manera general, el término tsunami proviene de dos palabras japonesas: Tsu significa "puerto" y nami significa "ola".


Cuando un temblor desliza tierra bajo el mar, el agua de la superficie sube y se convierte en una joroba. Esta oleada empieza a avanzar por la superficie. Después de avanzar por mucho tiempo, la oleada por fin llega a la costa y choca contra la tierra. Una ola tsunami puede medir en alta mar 1 m y a medida que se acerca a la costa puede medir entre 7 metros a 33 metros de alto y la ola longitudes de 10 km. Estas olas gigantescas pueden llegar a las costas con un mínimo o ningún aviso  sino existe un monitoreo del fenómeno.


Hoy día, los científicos pueden determinar con más frecuencia cuándo un tsunami se está formando. Utilizan el sismógrafo, que los ayuda a encontrar terremotos bajo el mar. Además, las fotos e imágenes tomadas desde aviones y satélites espaciales muestran las olas de los océanos. Los científicos pueden enviar avisos preventivos a ciudades costaneras cuando tienes registros de que una ola gigantesca está avanzando.


 ¿Cómo se generan los tsunamis?

En Venezuela se han reportado tsunamis desde 1.498 hasta 1.997, en algunos casos con desastres naturales, teniendo consecuencias en las costas que dan al Mar Caribe. Atendiendo al contexto histórico, es latente la amenaza de tsunami por deslave submarino en Trinidad, por erupción de volcán submarino en Grenada y desplazamiento de fallas geológicas que originen sismos de gran magnitud en el Caribe, que pueden tener repercusiones en las costas venezolanas.



El Zulia tiene una hoya hidrográfica representada por el Lago de Maracaibo y, al norte, el Golfo de Venezuela formando una masa de agua que se conecta con el mar Caribe y ésta al océano Atlántico. Tomando en consideración estas masas de aguas, pudiera señalarse que un tsunami producido por un sismo mayor a 8,5 en la Escala de Richter en una zona del Caribe, podría estar en el grupo de amenazas naturales identificadas en el área marino costero de Venezuela, teniendo impacto en el área social, económica y ambiental.


La posibilidad de que ocurra un fenómeno de esta naturaleza es baja de acuerdo a la documentación histórica. Sin embargo dentro del lago se han registrados olas de 3 y 4 metros producidas por tempestades, teniendo consecuencias en las líneas de costas pobladas, embarcaciones o en los puertos que se localizan en las riberas de nuestra región.


Desde el punto de vista de la prevención de riesgos naturales, las autoridades regionales mantienen planes y programas a fin de promover estudios para determinar las distribuciones espaciales, la intensidad y frecuencias de ocurrencias de los distintos fenómenos considerados como amenazas, su compresión y posible predicción, a fin de poder estructurar los análisis de riesgo y sistemas de alerta temprana, mediante los cuales se pueden minimizar los impactos que estos fenómenos puedan ocasionar en las personas, los bienes y el ambiente.


Por: Pedro Emiro Machado, Experto en Geociencias / Lenin Cardozo


1 comentario:

  1. Según las investigaciones desarrolladas por la Universidad del Zulia, existe un sistema de fallas tectónicas primarias que involucra las fallas de Santa Marta, de Boconó y del Caribe, las cuales forman un triángulo llamado bloque tectónico del Zulia “casi independiente de lo que significan como tal los bloques tectónicos del Caribe y de América del Sur, que influencian principalmente a la región”. Adicionalmente, se estudió un sistema de fallas secundario: falla de Oca-Ancón, cerca de Isla de Toas; de Icotea, pasa por el Lago de Maracaibo; y de Valera; éstas son transcurrentes, tienen corteza partida y producen movimientos sísmicos que no pasarían de 4 grados. Bajo esta escala pudiera pensarse que no puede ocurrir, pero debemos estar preparados, la naturaleza responde a muchos factores que escapan al control humano.

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