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lunes, 29 de febrero de 2016

Libro: EL ESEQUIBO VENEZOLANO: un territorio al norte de Suramerica en la mira de corsarios y piratas


Hoy una corsaria alianza liderizada por la Exxon Mobil y el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana, pretenden por la fuerza apoderarse de ese inédito territorio natural, hogar de más de 400 especies de peces endémicos, 800 tipos de aves, 1.168 de vertebrados. Con una de las caídas de agua más caudalosas del planeta, las Cataratas de Kaietem que tiene una altura de 226 metros.

Así mismo, posee una masa forestal que representa 8 millones de hectáreas, reuniendo más de 1.000 especies diferentes de flora y santuario de bosques de gigantes árboles.  También por estar dentro del llamado Escudo Guayanés, le da una característica sin igual como región biodiversa.

Desde el 2007 la CITES [Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro] ha realizado estudios en la Cuenca del Río Esequibo y ha recomendado considerar la región como un área de conservación. Según la CITES, “La biodiversidad de la Cuenca del Río Esequibo es muy alta, con muchas especies únicas, así como especies nuevas para la ciencia”. Es imperativo que actuemos rápidamente en la conservación de estas áreas prístinas que están desapareciendo rápidamente por todo el planeta, por lo que es fundamental aprender sobre ellas antes de que se alteren. Revertir la tendencia posesiva extractivista minera es lo recomendable para la toma de decisiones ante una nueva realidad que exige la consciencia ambiental, ecológica y conservacionista.

También el Esequibo es el hogar de los pueblos indígenas akawaio, patamona, waiwai, makushi, lokonas, wapishana y kariña, cuya sobrevivencia por siglos ha sido de la agricultura y la caza. En el presente los indígenas son vejados y desplazados por los mineros guyaneses y brasileños para usufructuar los territorios de sus asentamientos. Según un documento elaborado por la sociedad civil guyanesa, denominado Estrategia Nacional de Desarrollo, las últimas mediciones indican que la población amerindia llega a 46.010 miembros, cerca de 6,4% del total de la población de Guyana.

Permitir operaciones petroleras, mineras y deforestación es condenar a la desaparición de una extraordinaria e importantísima flora, fauna, recursos hídricos del Continente y al ostracismo definitivo de los pueblos amerindios que allí habitan.

Como Fundación Azul Ambientalistas hacemos la siguiente propuesta para defender esta inmaculada región a la par de los avances o no de los laudos geográficos: declarar todo el actual territorio en reclamación como territorio natural patrimonio del mundo a través de la figura de Corredor Biológico de la Cuenca del Río Esequibo, y así proteger la biodiversidad de la Cuenca del Río Esequibo y frenar cualquier posibilidad extractiva de trasnacionales en ese espacio.

Trasnacionales que con una especie de patente de Corzo, entregada por los que se creen amos del mundo, han estado severamente dañando el ecosistema de esa singular región. De ahí, que denunciamos ante esta audiencia por daños de “Lesa Naturaleza y Lesa Humanidad”, a los gobiernos de Guyana Británica, EEUU, Gran Bretaña, Canadá, Australia, China, Holanda, Brasil e India y sus trasnacionales Exxon Mobil, Shell, Anadarko, Hess, CGX, China National Offshore Corporation (CNOOC), Sandspring, Argus, Azimuth Resourses, Northwest, Bai Shan Lin, China Railway First Group Company Limited, Muri Brasil Venture, SC Minerals, Guayana Golfields INC, entre otras, por su corresponsabilidad en los daños a la naturaleza y el vil desplazamiento de la comunidad indígena que en el presente está ocurriendo en el Esequibo.

Los Corredores Biológicos son formas internacionales de protección de la biodiversidad en el mundo. El Corredor de la Cuenca del Esequibo tendría un área de 120.000 Km2, con más de 20 ríos afluentes, con una desembocadura que representaría el segundo estuario más grande del continente americano. La cual sería una de las regiones con más alta tasa de endemismo en piscifauna a escala mundial, a tal grado de denominarla el paraíso mundial de los peces, según revistas especializadas.

¿Por qué se justifica urgentemente declarar el territorio del Esequibo como Corredor Biológico del Planeta?

Porque mientras se dan los tiempos de espera a los pronunciamientos de los Laudos Territoriales el Gobierno de Guyana Británica, en flagrante y desafiante desacato a los Acuerdos de Ginebra, que prohíbe expresamente que no se pueden realizar ningún tipo de actividad minera o comercial en los territorios en reclamación, han entregado a empresas trasnacionales en concesión, extensas áreas del Esequibo venezolano para su explotación forestal, minera y petrolera.

Una demostración descarada de que los negocios internacionales de los países del "Primer Mundo" pesan más que las resoluciones de las Naciones Unidas (ONU).

La declaratoria de Corredor Biológico del Esequibo frenaría esa desaforada y voragie explotación de esos recursos naturales y pondría en evidencia la actual agresión a la biodiversidad en ese territorio. Al ritmo que van, una espera "intencionada" de 50 años más para que se dictamine una resolución y nos van a entregar es un desierto.

Nos pronunciamos por la defensa de la biodiversidad del Esequibo y nos declaramos en activistas permanentes de la campaña "En el Esequibo Venezolano ¡#ExxonNO!!"

Los Autores.

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