Constituye el ser de los venezolanos su tierra,
ese maravilloso espacio del Planeta extendido desde la Serranía de Perijá y Los
Andes nativos hasta el Océano Atlántico, desde el Mar Caribe hasta la Amazonía
pertinente, atravesado por la poderosa arteria equinoccial del Orinoco. Ha
andado desde siempre sobre ese entrañable paisaje el venezolano, porta éste
sobre su piel, en su alma-espíritu una historia construida con el valor,
dramática, a veces trágica pero siempre fértil, trascendente, ennoblecida por su
autenticidad. En fin, los territorios
por donde pasó Simón Bolívar con su sueño de una mejor existencia en libertad.
Se
ocupará el presente escrito de una breve disertación sobre un libro (pensado
con nobleza ecológica avant la lettre”) el cual revela de manera exhaustiva,
fervorosa, la fauna de los vertebrados con natural al paisaje nativo: se trata
pues de Fauna descriptiva de Venezuela del Dr. Eduardo Röhl.
Salió
la primera versión de este texto en 1942, impreso en Caracas, por la Tipografía
Americana. En la “Introducción” al volumen afirma categóricamente el autor, en
el primer párrafo: “En la presente obra sobre los vertebrados de la fauna de
Venezuela he procurado reunir una relación y descripción de las especiales
vernáculas más notables del país, seguidas de sus nombres científicos según las
más recientes clasificaciones. Ha sido mi intención preparar en este volumen un
esbozo de nuestra fauna típica escrito en lenguaje fácil, acompañándolo con
narraciones interesantes observadas por los grandes naturalistas que han
escrito sobre la zoología venezolana”.
Se
publica la segunda edición en 1949 en los mismos talleres de la Tipografía
Americana. Merece destacarse en la nueva “Introducción” la vertical vocación
ecologista del autor expresada de manera clara en el último párrafo: “Motivo de
especial satisfacción para mí el haber logrado mis anhelos entre la juventud
estudiosa, despertando en ella con la lectura de mi libro cariño y protección
hacia nuestra fauna tan inútilmente destruida entre nosotros, especialmente las
aves, joyas preciosas que Natura nos reporta
al hombre”.
Se da a la luz la tercera edición en
1956, en Madrid, en la imprenta Nuevas Gráficas de 516 páginas. La presente
disertación se apoya en esta versión, por lo tanto, las citas, referencias
remiten a este volumen de 1956.
La primera ventana del libro se abre
con un excelente estudio y descripción de los pisos climáticos de
Venezuela. Nunca en el país, hasta el
presente, se había expuesto de manera científica a la par de poética una
lección tan brillante, en apenas veinte y dos páginas, sobre los diversos
paisajes paradigmas de la geofitografía nacional: “Cuadros fisionómicos de los
paisajes de las zonas altitudinales de Venezuela (pp. XV-XXXVI). En su ascenso a partir del nivel del mar comprende
los siguientes estratos: La zona
tropical cálida (de 0 a 800 metros), la zona subtropical o templada (800 a 2000
metros), la zona subalpina o fría (2000 a 3000 metros), la zona alpina o
paramera (3000 a4700 metros en el límite de las nieves perpetuas). Refuerzan
con sorprendente acierto las descripciones científicas nueve admirables dibujos
realizados por los pintores y naturalistas de la época Anton Georing y
Ferdinand Bellermann.
Después del preámbulo de los pisos
climáticos con sus perfiles orográficos junto a sus respectivas vegetaciones,
el autor entra de manera sistemática en la exposición de los animales
vertebrados cuyos hábitats allí se hallan: la zoología propiamente. Abre el
capítulo con una sintética definición teórica de los vertebrados, expone a
continuación la clasificación natural de los mismos aceptada hasta el presente:
comprende cinco clases, mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces. A su vez
cada una de estas Clases se divide en Órdenes.
CLASE I. MAMÍFEROS:
Dedica Röhl a la explicación de los mamíferos veinte y dos páginas. Su
definición de los mismos la sintetiza así: “Los mamíferos constituyen el grupo
de vertebrados más perfecto desde el punto de vista humano. Su reproducción es casi
siempre vivípara, alimentando las hembras a sus hijos, en los primeros tiempos
con leche de sus glándulas mamarias, de aquí el nombre de mamífero” (p. 6).
Entra de inmediato el autor en el despliegue detallado, con la sistematicidad
acostumbrada, de cada uno de los Órdenes de los mamíferos. El primero a
estudiar lo constituye el Órden Marsupialis, representado en
Venezuela por tres especies: el rabipelado, el perrito de agua y el ratón
musaraña de Los Andes. Viene a continuación el Órden Primates (los monos).
Encabeza este el araguato. Dice Röhl: Él araguato es el mono más esparcido en
el territorio venezolano y se le distingue fácilmente por su vistoso pelaje
rojoparduzco (p. 36). Se le encuentra tanto en las regiones bajas y cálidas
como en las altas y frías, selvas vírgenes de la Cordillera de la Costa” (p.
37). Hoy por hoy el araguato ha desaparecido de los bosques nativos tanto por
la cacería como por la destrucción de sus hábitats. Agrega Röhl un perfil muy
peculiar del araguato: “Una de las características especiales de este mono son
los fuertes y roncos aullidos que emite principalmente a la salida de la aurora
y en la puesta del Sol, de allí el nombre de aullador como también se le
conoce. En los días obscuros y precursores de las tempestades tropicales se le
oye con más frecuencia. Estos coros lanzados por infinidad de animales se
escuchan a grandes distancias” (p. 37). Asigna Röhl al araguato ocho páginas
acompañadas de ilustraciones como inserta a manera de apoyo citas de Humboldt,
Appun, Goering. De inmediato pasa a
describir Röhl a otros primates habitantes del territorio nacional: el mono
chucuto, el capuchino del Orinoco, el caparro, la marimonda, el cosita, el
cararrayada, el machango, el mono tití, la viudita.
Pertenece el Orden subsiguiente a
los Quirópteros o murciélagos. Únicos mamíferos voladores cuyo rasgo principal
lo establece precisamente una larga membrana aliforme muy delgada extendida a
lo largo del dorso hasta reunir las extremidades posteriores, acondicionada
para el vuelo. Escribe Röhl: “Son vuelos nocturnos o crepusculares. De acuerdo
a su régimen alimenticio los murciélagos se agrupan en dos secciones: los
insectívoros y los frugívoros que se alimentan de frutos (…). Algunas pocas
especies chupan la sangre de otros mamíferos (hematófagos)” (p. 69). De inmediato nombra los murciélagos de mayor
presencia en el País: el murciélago narigudo, el listado, el de alas blancas,
el murciélago pescador, el vampiro grande mordedor, el vampiro rojizo, el
espectro, el atrapa moscas, el vampiro de lanza, el oreja de ratón, el
tricolor.
El Orden de los roedores comprende
tal vez a los mamíferos más simpáticos de los espacios silvestres. Precisa Röhl
su tipología así: “Animales pequeños fitófagos; de pelaje suave y piel
elástica; con dos incisivos largos propios para roer, carecen de caninos;
mandíbula inferior con movimientos laterales; roen con los incisivos, mastican
con los molares” (p. 76). Sólo ocho especies señalan este Orden en la zoología
vernácula: el conejo de monte, la ardilla o ardita común, el puerco espín, el
puerco espín blanco, el chigüire, la lapa, el acure de monte, la casiguara. “El
Chigüire es la especie mayor de todo el género de los roedores. Su largo medio
es de un metro. Vive reunido en bandadas en los márgenes de los ríos, lagunas,
pantanos de nuestros llanos en cuyas húmedas orillas cubiertas de altas hierbas
y otras vegetaciones encuentran su alimentación” (pp. 80-81).
El Orden inmediato, los carnívoros, agrupa a los
mamíferos mas respetables de las montañas, de las planicies arbóreas, por sus
fuerzas físicas y su ferocidad. Alimentanse exclusivamente de carne de otros
animales vivos. La mayoría es terrestre, otros arborícolas, algunas especies se
les ubica como semiacuáticos. Su deambular lo realizan con preferencia durante
la noche. El jaguar ocupa por su tamaño, su fuerza, su agilidad el lugar más
importante entre los carnívoros de nuestro país. Tiene un largo medio de dos
metros desde la nariz hasta la punta de la cola. Color rojizo amarillo obscuro
con manchas circulares negras. Hoy en día va en camino de extinción. Otros
felinos de hermosa prestancia los representan el
puma, el cunaguaro, el manigordo, el gato montés. Dos especies conforman los cánidos silvestres nativos: el zorro
común y el perro grullero. Otro sector lo integran la comadreja, el hurón, la
nutria, el mapurite. Sobre éste refiere Röhl una afirmación de Adolfo Ernst:
“Son animales de una forma y aspecto bonito, pero tienen un arma de defensa que
es más poderosa que el cuerno del búfalo o la garra del jaguar: un líquido de
olor sumamente desagradable que es segregado por dos glándulas anales muy
desarrolladas” (p. 106). Este líquido lo dispara en forma de chisguete cuando
se ve atacado por sus enemigos. Con sentido ecológico da Röhl esta importante noticia:
“El mapurite es uno de los más activos destructores de serpientes (ofiófago)
además de ser inmune a cualquiera de los venenos, por tóxicos que sean, de las
culebras del país. En el Brasil, donde se ha estudiado esta particularidad, se
tiene a ese animal entre las especies protegidas” (p. 107). Finalmente se
ofrecen los nombres de otros carnívoros en relativo peligro de extinción: el
cuchi cuchi, el zorro guache, el cangrejero, el oso frontino.
A continuidad, el Orden Edentados.
Röhl los precisa cual “mamiferos que carecen de dientes o poseen solamente
molares sin raíces ni esmalte; de piel cubierta de pelos ásperos, algunos otros
de piel ósea relacionada con una epidermis córnea” (p. 121). Recoge al respecto
las especies concurrentes en la zoología nativa: el oso hormiguero o palmero,
el oso melero, la pereza, el cachicamo, el cachicamo gigante o cupa, este
peculiar de las selvas de Guayana, mide medio metro incluida la corta cola.
El Orden Cetáceos, “mamíferos de
gran tamaño, de vida acuática, con respiración pulmonar, carecen de
extremidades abdominales; aberturas nasales en la parte superior de la cabeza,
epidermis muy gruesa exenta de pelos” (pp. 130-131). En las aguas del país este Orden lo encarnan
sólo tres especies: la tonina del Orinoco, el delfín, el cachalote o ballenato.
Una sola especie representa en
nuestro territorio el Orden de los Imparidigitados, “mamíferos ungulados, es
decir con pezuñas que envuelven la extremidad de los dedos” (p. 134), la famosa
danta o tapir.
El Orden Paradigitados pose en Venezuela pocas
especies de las cuales se destacan la báquira o báquiro, el venado matacán, el
venado caramerudo.
Del último Orden de los mamíferos,
los Sirénidos, escribe sobre el particular Röhl: “Pequeño grupo de mamíferos acuáticos
(…), de cuerpo pisciforme, piel desnuda, con aletas anteriores, aletas caudales
horizontales. Son herbívoros; viven en los grandes ríos” (p. 145). El manatí
encarna la única especie de este Orden en Venezuela, singular animal silvestre
en real peligro de extinción.
CLASE II.
AVES: Resumo la definición de Röhl de la siguiente
manera: cuerpo cubierto de plumas: solo ellas tienen el don del canto:
constitución física diseñada para el vuelo: esqueleto liviano, huesos llenos de
aire (neumáticos); sacos de aire repartidos por el cuerpo (p. 149). Para su
estudio Röhl continúa con la disposición por Ordenes: Orden Tinamiformes:
Comprende a las llamadas gallináceas. Se hallan en Venezuela las especies
conocidas como la gallina azul, la pocha, la soisola, la gallina de monte, la
gallina cuero.
Del Orden Colymbiformes: el patito zambullidor.
Del Orden
Pelicaniformes: el chicuaco, el pájaro vaco, la garza blanca, la garza morena,
el pato cuchara, el gabán, el garzón soldado, el tautaco, el tarotaro, el
corocoro, la garza paleta, el flamenco (en peligro de extinción).
Del Orden
Anseriformes: el pato real, el pato carretero, el pato güiriri, el aruco, el
chicagüire.
Del Orden Cathartiformes: el cóndor (casi extinguido en Venezuela),
el rey zamuro, el zamuro, el oripopo.
Del Orden Falconiformes: el caricare, el
chupacacao, el gavilán habado, el gavilán macagua, el gavilán colorado, el
gavilán tejé, el gavilán tijereta, el gavilán primito, el águila arpía, el
águila negra, el gavilán azul, el gavilán palomero, el águila pescadora, el
halcón primito.
Del Orden Galliformes: el paují de copete, el paují copete de
piedra, la camata, la guacharaca, la pava de monte.
Del Orden Odontoforidas: la
perdiz, la chechena. Del Orden
Gruiformes: el carrao, el gallito de monte, la cotara, la gallineta de agua, la
tigana. Del Orden Charadriformes: el gallito de laguna, el alcaraván de
corbata, la viuda, el guanaguanare, el pico de tijera. Del Orden Columbiformes:
la paloma turca, la paloma de garantilla, el pichón de montaña, la guacoa, las
tortolitas. Del Orden Psitciformes: las guacamayas, el loro de penacho, el
guaro, el loro real, el calzoncito, el perico cara sucia, el perico amarillo.
Del Orden Cuculiformes: el garrapatero, el saucé, la piscua. Del Orden
Strigiformes: la lechuza blanca, el titirijí, la lechuza orejuda, el mochuelo,
el currucucú, la pavita. Del Orden Caprimulgiformes: el guácharo, el nictibio,
el aguaitacaminos, la golondrina montañera,
el colibrí cola blanca, el colibrí de hoja, el chivito de los páramos. Del
Orden Trogoniformes: el airón, hermoso pájaro habitante
de las selvas umbrías de la Sierra Nevada de Mérida, muy parecido al quetzal.
CLASE III. REPTILES: Conceptualízalo Röhl así:
Vertebrados de sangre fría (…) Cuerpos
cubiertos de escamas o escudos, tienen cuatro patas cortas o se arrastran por
el suelo, de ahí el nombre de reptiles (del latín rapere)” (p. 365). Del Orden
Crocodilinos singularizan tres especies: el caimán del Orinoco, el caimán
americano, la baba. Del Orden Lagartos (Saurios): el camaleón criollo, la
iguana, el mato de agua, el mato real, el cotejo, la lagartija, el limpiacasa,
el tuqueque enano, la culebra de dos cabezas. Del Orden Ofidios o serpientes:
la culebra de agua o anaconda: “Su enorme tamaño de más de ocho metros de largo
la coloca entre las serpientes más grandes del mundo (pp. 384-386), la
tragavenados o macaurel, la cazadora o tigre, la verdegallo o lora, la sapa, la
ratonera, la bejuca, la coral venenosa, la coral no venenosa, la cascabel:
“Esta terrible serpiente es de las más abundantes en nuestro país, propia de
las regiones cálidas, posee un apéndice córneo llamado cascabel situado en el
extremo de la cola el cual agita incesantemente cuando va a acometer su presa.
Gracias a ese singular ruido que alerta al hombre de la proximidad de tan
temida culebra los accidentes no son tan frecuentes” (pp. 397-398); la macagua
o guayacán, la mapanare o cuaima concha de piña. Del Orden Quelonios o
Tortugas: Patentes en Venezuela las inmediatas especies: el morrocoy, la
jicotea, la tortuga de carey (a riesgo límite de extinción), la tortuga verde,
la caguana, la arrau o tortuga del Orinoco, el galápago.
CLASE IV. ANFIBIOSO BATRACIOS: Aclara Röhl
con sencillez la especificidad de estos animales: Grupo de vertebrados
conocidos vulgarmente por ranas, sapos, salamandras. Su particularidad más
importante: viven la primera etapa de subida en el agua como los peces
respirando por branquias, después de una metamorfosis pasan a la edad adulta,
respiran por pulmones, adquieren patas, pasan a la vida terrestre. Al Orden de
los Anuros pertenecen las inmediatas especies nativas: el sapo común, el sapo
de celdas, el sapo rayado, la rana cantora, la rana lechera, la rana marsupial,
la rana platanera, la rana cornuda, la rana verde acuática. Del Orden Urodelos
sólo se conoce una especie en Venezuela, la salamandra. Del Orden Apodos: la mal
llamada culebra de dos cabezas (diferente a la mencionada en párrafos
anteriores).
CLASE V. PECES:
Explica Röhl: “Los peces son vertebrados que viven exclusivamente en el agua,
tanto dulces como saladas. Cuerpo cubierto de escamas dérmicas o escudos óseos.
Respiran por branquias. Sus extremidades, se encuentran convertidas en aletas o
remeras. Su sangre es roja pero fría”(…) (p. 434). En el orden Ciclostomos sólo
se ubican las lampreas. Al Orden Salacios pertenecen el tiburón azul, el cazón,
la tintorera, la gata, el tiburón carite, el pez martillo, el pez sierra, la
raya, el chucho, la manta, el temblador de agua salada. Del Orden Teleósteos:
el sábalo, el macabí, la aguja, el bagre rayado, la morena, el caribe, el
temblador, la guabina, el corroncho, la palometa, el pavón, el laulau, el
morocoto, la sapuara, el caballito de mar, el lebranche, la picuda, la lisa, el
atún, el bonito, el carite, el volador, el pez espada, el jurel, la anchoa, el
mero, el róbalo, el pargo real entre muchos otros.
Finalmente: Este libro de Eduardo Röhl constituye sin
lugar a dudas un esfuerzo titánico, un registro exhaustivo de la fauna
vertebrada de Venezuela, descrita con respeto científico, con vocación
ecologista. Un libro escrito con sentido patriótico. Obra valerosa en la
defensa de los espacios naturales de la flora, de la fauna terrícola, fluvial,
marina, aérea de esta región equinoccial llamada Venezuela.
Nombres de científicos quienes con
sus estudios respaldan esta obra del Dr. Röhl: Alejandro de Humboldt, Aimé Bonpland,
E. Miller, Adolfo Ernst, James M. Spense, Eugene L. Simón, Hermann Karesten,
Carl Sachs, F. Appun, J.J. Linden, Alfredo Jahn, K. Moritz, Augen André, A.
Fendler, W.H. Phelps, Marco Aurelio Rojas, N.J. Joaquín.
Lubio Cardozo / Lenin Cardozo
Eduardo Amadeo Röhl Arriens
El 23 de diciembre de 1956 Eduardo Röhl le envió una carta de agradecimiento a William Phelps padre, por el “X-mas gift” que recibiera de su parte para esa Navidad. Se trataba del libro sobre la avifauna de las Indias Occidentales Holandesas escrito por el Dr. K. H. Voous De Vogels van de Neederlandse Antillen de cuya revisión derivó la pregunta en perfecto inglés:“¿Por qué no fueron incluidos el Coragyps atratus foetens y el Cathartes aura en esa publicación?”, interrogante originada por su interés y predilección por este tipo de aves. El remitente prosigue: “… es el ave conocida en español con el nombre El Zamuro que come bailando, expresión muy vernácula del llano venezolano. A lo que su estimado Bill le contestó: “Not on islands” ("No en las islas").
Estos singulares descubrimientos en la correspondencia archivada por Phelps padre, nos recrean la profunda amistad entre dos hombres de ciencia, que no solo estaban unidos por la búsqueda del conocimiento sino también por la camaradería, el buen humor y su afición por las mascotas. Ejemplo de ello, lo constatamos en otra misiva, donde Röhl desde Alemania comparte con Phelps la congoja por la perdida de su perrita, hasta el punto de sospechar que su quebranto físico es a causa de ese desconsuelo[3].
Eduardo Röhl nació en Caracas el 15 de mayo de 1891, era descendiente directo por línea materna del General Rafael Urdaneta y del General Francisco Avendaño por parte de padre, ambos bisabuelos gestores independentistas de nuestro país[4].
En la Universidad Central de Venezuela revalida el título de Topógrafo en 1934 [1], que obtuviera en la Escuela Técnica de Hannover en 1914, luego viaja a Alemania para obtener su grado doctoral. Previamente, había intentado estudiar en el país germano pero la Primera Guerra Mundial lo impidió[8], obligándolo a regresar a Venezuela para convertirse en uno de los científicos venezolanos más polifacéticos que haya vivido en el siglo XX. No solo se destacó como físico, astrónomo, meteorólogo, climatólogo y cartógrafo sino que también incursionó en el ámbito geográfico, histórico y ornitológico. Röhl investiga y explica las maravillas que la Naturaleza nos ofrenda en una tesonera y fructífera labor científica.
Redactó la primera revisión bibliográfica ornitológica de Venezuela[11] dando pie a que Phelps padre prosiguiera con la investigación acuciosa de la historia de los primeros colectores de aves en el país hasta 1944 [9].
En 1934 fue Sub-Director del Observatorio Nacional de Caracas[5]. Otro logro que se le atribuye es la organización y catalogación de los museos nacionales[1] y precursor de la sistematización de los registros climatológicos del país[7] .
Asumió la Dirección del Observatorio Cajigal en 1941 después del periodo de Francisco J. Duarte, donde su gestión alcanzó el mayor reconocimiento por enrumbar este recinto hacia su progreso y modernización hasta lograr posicionarlo como la referencia astronómica venezolana por excelencia. Además, solicitó en Alemania los equipos para iniciar un observatorio astronómico completo en Mérida conocido actualmente como Centro de Astronomía “Francico J. Duarte”, donde se realizan importantes aportes en investigación y docencia [1,13]. Con el fallecimiento de Röhl en Hamburgo en 1959 y la situación política originada por el derrocamiento de la dictadura pérezjimenista, se detuvieron momentáneamente los avances de la construcción de las cúpulas y edificios del Observatorio[7] hasta que se redefinió la operatividad, equipamiento y personal del instituto en las décadas del 60 y 70 acorde con la línea de investigación de las Universidades en este campo y la supervisión de la Armada venezolana sobre quien recayó la responsabilidad de los destinos del Observatorio.
El Sillón XX le es asignado como Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales en 1933 y este mismo año es Fundador y Presidente de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales [1].
Cuando William H. Phelps fue incorporado como Individuo de Número de la Academia, le correspondió a Röhl darle la bienvenida en el acto solemne, en cuyo discurso expuso la curiosa coincidencia sobre los inicios de los estudios ornitológicos venezolanos del Barón Jacquin y Phelps al seleccionar ambos como sitio geográfico para la colección de aves [10] a Cumaná, la primogénita del continente.
Röhl es el autor de dos importantes obras para la ciencia en Venezuela, como son: Fauna descriptiva de Venezuela y la Historia de las Ciencias Geográficas de Venezuela. Recibió numerosas condecoraciones, entre ellas: el Doctorado Honoris Causa de las Universidades de Puerto Rico, Central de Venezuela y Hamburgo, y la Orden del Libertador en el grado de Comendador. Fue miembro de diversas asociaciones científicas nacionales e internacionales ejerciendo funciones directivas o como miembro honorario [1].
Las colecciones de aves del cerro El Ávila fueron georeferenciadas gracias al mapa de “Caracas y sus alrededores” elaborado por Röhl. Alberto Fernández integrante de la Colección Ornitológica Phelps, relata en el cuaderno de campo de la expedición a El Ávila del año 1939 que el Campamento del Dr. Röhl era frecuentado para pernoctar y seguir el camino hacia sitios ubicados en diferentes cotas de altura [6]. En muchas oportunidades fue el emisario de Phelps ante las autoridades del American Museum Natural History, el British Museum, Smithsonian Institute y Museo de Historia Natural de Hamburgo. En reconocimiento a los méritos científicos del Dr. Röhl, Zimmer y Phelps padre describen una subespecie de Carpintero con su nombre: Picumnus squamulatus rohli [12].
Escrito por:
Curadora de la Colección Ornitologica Phelps.
ทดลองเล่นสล็อต สล็อต เดโม่ ตัวเกมวิดีโอสล็อตสำหรับทดลองเล่นให้คุณสามารถ Play slot for free ผ่านตัวเกมจริงจากผู้พัฒนาเกมจากทุกค่ายเกม ทดลองเล่นสล็อตทุกค่าย2021 ตัวเกมลิขสิทธ์แท้จากเว็บตรง 100%
ResponderBorrarทดลองเกมสล็อต ฟรีทุกเกม จากทุกค่ายดัง อัพเดตเกมใหม่ๆก่อนใคร พร้อมให้บริการตลอด 24 ชั่วโมง ทดลองเล่นฟรี กราฟฟิคสวยงามสมจริง ที่จะพาผู้เล่นไปสัมผัสประสบการณ์การเล่นใหม่ๆ ไม่ซ้ำใคร ไม่หลุด ลื่นไหล ไม่มีสะดุด
เล่นสล็อตฟรี เราคือให้บริการด้านสล็อตออนไลน์ ที่ได้รับสิขสิทธ์ตรงจากค่ายเกมต่างประเทศ ไม่ผ่านเอเย่นต์คนกลาง รวบรวมทุกค่ายเกมชั้นนำระดับโลก รวมเกมยอดฮิตจากทั่วทุกมุมโลก อัดแน่นไปด้วยคุณภาพ มาไว้ที่นี้ที่เดียว