En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en silencio una resolución donde pregonaban el papel del ecoturismo en la lucha contra la pobreza y la protección del medio ambiente.
Titulada “Promoción del Ecoturismo para la erradicación de la pobreza y la protección del medio ambiente”, la resolución pide a los estados miembros de la ONU a adoptar políticas que desarrollen el ecoturismo, pues este tendrá un “impacto positivo en la generación de ingresos, en la creación de empleo y la educación y, por lo tanto, en la lucha contra la pobreza y el hambre”.
“El ecoturismo crea oportunidades significativas para la conservación, la protección y el uso sostenible de la biodiversidad y de los espacios naturales mediante el fomento de las comunidades locales e indígenas en los países que den acogida a los turistas preservando y respetando el patrimonio natural y cultural”, según la resolución.
El Secretario General de la Organización Mundial de Turismo de la ONU, Taleb Rifai, calificó la resolución adoptada por unanimidad como un importante reconocimiento del papel del turismo en la promoción del desarrollo sostenible.
“El apoyo notable que la resolución ha recibido, de todas las regiones y en todo el espectro del desarrollo, es un claro testimonio que el ecoturismo tiene un papel vital que desempeñar en un futuro más justo y sostenible para todos”, comentó Taleb Rifai.
Con el patrocinio de 105 delegaciones, la medida se basó en las recomendaciones detalladas en un informe elaborado por la OMT a partir de las respuestas de 48 Estados miembros, un marcado alejamiento de las prácticas normales de la Asamblea General de la ONU. Instó a los países a crear pequeñas y medianas empresas, promover las cooperativas y facilitar el acceso a las finanzas en áreas con potencial para el ecoturismo a través de medios como las iniciativas de microcréditos para los pobres.
La nueva resolución refleja los acontecimientos recientes, como la inclusión del turismo a partir la Conferencia de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible (Río + 20) y la 11ª reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica.
En la ONU aun debaten cómo hacer del turismo una herramienta más eficaz en la lucha contra la pobreza, cómo construir mejores vínculos entre las comunidades locales y las atracciones naturales turísticas y cómo avanzar en el conocimiento de su obligación de respetar y proteger el medio ambiente de los turistas.
Algunos estudios han sugerido que no hay suficiente investigación disponible sobre la relación entre el turismo y el desarrollo socioeconómico y que las personas realmente pobres tienen menos probabilidades de beneficiarse de ecoturismo que los que ya tienen acceso a los recursos.
Ellos creen que se necesita más investigación para examinar la aplicación de estos programas y si la consecución de los objetivos sociales, económicos y ecológicos lleguen a ser equilibrados.
El genuino ecoturismo debe seguir los siguientes siete principios, tanto para quienes ofrecen los servicios como para sus beneficiarios:
.- Minimizar los impactos negativos, para el ambiente y para la comunidad, que genera la actividad;
.- Construir respeto y conciencia ambiental y cultural;
.- Proporcionar experiencias positivas tanto para los visitantes como para los anfitriones;
.- Proporcionar beneficios financieros directos para la conservación;
.- Proporcionar beneficios financieros y fortalecer la participación en la toma de decisiones de la comunidad local;
.- Crear sensibilidad hacia el clima político, ambiental y social de los países anfitriones;
.- Apoyar los derechos humanos universales y las leyes laborales.
Pese a su corta existencia, el ecoturismo es visto por varios grupos conservacionistas, instituciones internacionales y gobiernos como una alternativa viable de desarrollo sostenible.
Desde la Fundación Azul Ambientalistas brindamos educación ambiental con la premisa de incentivar el turismo de avistamiento, los senderos de interpretación e infraestructura respetuosa con la fauna y flora, con una adecuada gestión de desechos, reutilizando o reciclando material desechado, incorporando además a las comunidades en la preservación de su medio ambiente.
Por Lubio Lenín Cardozo y Gustavo Carrasquel
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