Aún cuando los fabricantes establecen una garantía de 25 años, un panel solar típicamente dura aproximadamente entre 30 ~ 40 años. Durante ese tiempo, la mayoría de los sistemas requieren poco o ningún mantenimiento más allá de quitar el polvo arenoso, hojas o la nieve y la eliminación de otros residuos que llegan con los vientos.
En general, la vida de los paneles solares depende de la calidad de la tecnología del panel solar utilizada y la calidad de la instalación general. Si no los ajustan bien, las permanentes vibraciones de los vientos, aflojan la tornillería y se desprenden.
Anualmente, los paneles solares pierden cerca de medio porcentaje en el rendimiento general. Eso significa que después de 30 años de operación, los paneles solares seguirán funcionando a casi 90 por ciento de eficiencia.
La cantidad de electricidad que produce un panel solar depende de tres factores: la eficiencia tecnológica de las células solares, el tamaño del panel solar y la cantidad de luz solar que le llega directamente el panel.
Hace 5 años estábamos orgullosamente instalando paneles o módulos solares de 330 watts de potencia, ya en el 2022, el diseño comercial de cualquier instalación se hace sobre la base de usar paneles solares de 535 o 540 watts, de seguro y sin ningún temor a equivocarnos, en dos años adelante ya instalaremos paneles individuales de 1000 watts.
Que ocurrirá con este avance tecnológico con los millones de de paneles de menos potencia ya instalados a lo largo de estos últimos 25 o 20 años? Paneles solares que ocupan 4 veces más espacio, que uno de nueva tecnología.
Para ganar más potencia con menos espacio, la política empresarial de esos productores de energía, es ir sustituyéndolos. Ya existen compañías recicladoras que se ofrecen en desmontarlos, recogerlos y los llevan a unos molinos industriales donde separan sus componentes y los muelen, aprovechando así el vidrio, el silicio y aluminio de los marcos.
Yo difiero de esa solución. En el mundo existen más de 1500 millones de personas sin acceso a la electricidad. Un panel ya antiguo, de baja potencia (180, 200, 220 watts por ejemplo) igual seguirá funcionando.
Un solo panel de esos, al menos nos garantiza la suficiente energía eléctrica para alumbrar una casa por 20 años más.
Las Naciones Unidas o algún Organismo internacional humanitario debiera proponer recogerlos y enviarlos a esos millones de hogares que hoy siguen alumbrandose con el candil a base de gasoil o aceite.
Lenin Cardozo. Ingeniero y ambientalista. Instalador de sistemas fotovoltaicos
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