“Hemos llegado a un
momento de cambios dramáticos .
Potencialmente
peligroso, un punto crucial para el planeta
en su totalidad.
Necesitamos una nueva visión de la realidad
que permita a las
fuerzas transformadoras de nuestro mundo
fluir unidas, como un
movimiento para el cambio social.”
Fritjof
Capra (Punto Crucial,1992)
La energía primigenia para los
seres humanos fue generada por el sol el cual se erige como el responsable de
los días y la luna como la responsable
de las noches desde la aparición de los primeros humanos, así como del
desarrollo de todas las especies, que han dependido de el para perpetuar la
vida en el planeta de las especies originales; las bacterias que lograron instalar la vida en esta localidad.
Hasta la actualidad han nacido y
vivido en nuestro planeta más de 107.000 millones de personas
durante los 162.000 años que tiene la humanidad, según los cálculos realizados
por el experto en estadística del Centro de Matemáticas e Informática de
Holanda Peter Grunwald. Es impresionante ver estas cifras
si comenzamos por relacionarlas con la energía desplegada por cada uno de ellos
a través de sus acciones, producto de sus emociones y decisiones. Acciones que
han generado algún efecto en ellos o en las personas de su entorno inmediato
con impactos de diferentes alcances.
De cual energía hablamos?
Las organizaciones de la nueva
era no escapan a este proceso “estímulo y respuestas” a los cuales se refiere Toynbee.
Estas deben profundizar el proceso de cambio, que en el caso de Venezuela en la
actualidad se plantea un momento estelar para promover los procesos de cambios
y la creación de empresas altamente creativas aun cuando se percibe un momento
de profunda crisis, que no es otra cosa que los condicionamientos ideales para
innovar y resolver problemas generados por la “crisis” las cueles no son más que
oportunidades.
Es responsabilidad de las
organizaciones asumir el proceso de cambio de su propio sistema, realizando
transformaciones implosivas que verdaderamente representen el camino para lograr
un mejor país, que no solamente tiene deudas económicas, sino deudas morales y
sociales, que no pueden ser saldadas por otra vía diferente que la de centrar el
interés nacional por una mejor educación pertinente con la realidad presente. Esto debe generar una cultura que conduzca al
riesgo, la innovación, la experimentación
y el desafío, que reoriente y personalice el aprendizaje.
Las futuras organizaciones para la economía circular deben ser una comunidad
de aprendizaje que infunda fuerza, tiempo y voz a sus indagaciones creativas,
deben pasar a tener con el conocimiento una relación funcional en lugar de solo
una relación conceptual. Debe dedicarse más a la formación y evolución del Homo
Sapiens en lugar del Homo Digitalis, informáticos o cualquier otro producto de
la moda o de simple tecnología, es lo que Howard Gardner describe como
“generación Apps”(2014).
Para las empresas de la economía circular
su gente debe ser el foco del
aprendizaje, se debe dejar de
considerarlo como un sector transitorio que presta un servicio. Los sistemas y
procesos organizacionales deben estar conformados por objetivos amplios y
profundos que permitan la flexibilidad en la toma de decisiones, que entiendan
que en su mayoría las decisiones son emocionales, en sustitución de los
actuales conceptos que cuando son puestos en acción ya son obsoletos logrando solo
en algunos casos se nos denomine productores de materia prima sin valor
agregado.
En el caso de la organización
universitaria para el año 1963 existía una población de 13 millones de
estudiantes universitarios en el mundo, y 50 años después 80 millones más lo
que complica la situación actual sobre todo en los países con poco desarrollo
como el nuestro, ya que este recurso humano no tiene total cabida en las
organizaciones realmente productivas, que a su vez se han visto en la
obligación de establecer sistemas de exclusión llenos de iniquidad que
beneficia a unos pocos y más favorecidos, dejando fuera a los muchos y menos
favorecidos, manteniendo dentro de las empresas, contradictoriamente,
profesionales que no cumplen con los requerimientos organizacionales sobre todo
en las empresas del estado, fortaleciendo el destructivo clientelismo político.
Aunque debe destacarse que la “obesidad empresarial” (Organizaciones “grandes”
y lentas) existe tanto en el sector
público como en el privado.
Las empresas para la economía circular
deberán regirse por los principios del aprendizaje y el crecimiento personal y colectivo, y no
solo orientarse por los beneficios económicos de la rentabilidad material, y
sustentadas por las características que siguen:
- · Ser flexible, personalizada, coherente, pertinente y comprometida con los problemas del entorno, pero además sentir el compromiso y su identificación con ella.
- · Formar parte interna y externa de redes sin restringirse por límites físicos, geográficos ni temporales, fundamentalmente con los demás elementos del sistema empresarial.
- · Ser inclusiva, acoger a las personas con demostrables méritos, identificada con el esfuerzo bien orientado, la perseverancia, determinación, el dominio de los procesos y capacidad para aprender.
- · Comprometerse con las personas involucradas en sus procesos a brindar un ambiente organizacional saludable.
- · Ser fértil en experiencias de aprendizaje, para toda las personas, lo que significa ir más allá de la simple permanencia en la organización durante 25 años ( a la espera de la jubilación), entendiendo que el proceso de aprendizaje es continuo y para toda la vida, al que todos tienen derecho.
- · Estar abierta y preparada a los avances creativos, innovadores y transformadores.
- · Ser auto-organizada en torno a principios centrales, creencias y un propósito compartido y elaborado entre todos.
- · Ser intergeneracional en la configuración de las vivencias laborales.
- · Ser flexible, heterogénea e innovadora.
- · Participar de diálogos auténticos con los integrantes de la comunidad interna y externa.
- · Estar centrada en la investigación, la cognición compleja, la búsqueda de problemas y sus soluciones altamente vinculadas con el entorno.
- · Acoger la ambigüedad y la paradoja como fuentes importantes para el avance.
- · Debe promover ambientes que favorezcan climas lúdicos, responsables y amorosos.
- · Desarrollar una cultura organizacional en la cual realizar las tareas exitosamente sea un placer.
Las empresas de la economía circular
deben ser un organismo dinámico,
adaptable a la realidad y auto-organizado, no solo capaz de remozarse, crecer y
cambiar, sino diseñado para ello, la cual debe promover al individuo y a la
sociedad, la libertad y la responsabilidad, las emociones como base para las
razones, la unidad y la interdependiente, el misterio y la claridad, la
tradición y la innovación. Se debe interesar tanto por la naturaleza del
aprendizaje y el crecimiento personal, como por los métodos. Entendiendo que el
aprendizaje nos acompaña en cada paso de la vida desde la primera inhalación;
es la transformación que tiene lugar en el cerebro cada vez que se integra a él
una información nueva, cada vez que se adquiere el dominio de una nueva
habilidad.
Debe lograrse en la organización para
la economía circular, la equidad, que promueva procesos que faciliten, que: los
más marginados sean los más favorecidos por el apoyo de los más favorecidos,
ejemplo vivo y contundente de la practica permanente del ganar-ganar.
Carlos Zapata
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