"Las cosas bellas son
difíciles.,"
Platón, Hipias Mayor (Frase
final del diálogo en boca de Sócrates).
Yace, detrás de la escritura lírica de ALOCUCION A LA
POESIA (Londres, 1823), una- dilatada experiencia de laboreo_ intelectual.
¿Cómo armó Bello el poema? El primer recurso utilizado -básico, sustentador- lo
constituye la cabal sabiduría del escritor sobre el ser de la poesía, valga
decir: arte composicional, métrica, retórica, historia de la ódica occidental
desde los griegos hasta la literatura española contemporánea a él, afortunados
conocimientos de las lenguas griega, latina, castellana, dinamizado ello por el
permanente pensar, teorizar sobre dichas disciplinas intelectuales. Trasmutados
esos saberes en energía nutriente a nivel puro de su creatividad.
Representa el segundo impulso el insoslayable reto moral
de cantar al Nuevo Mundo, a la geografía abarcada por las antiguas colonias
españolas, en el momento cuando devienen a conformar volitivamente un perfil
propio, autónomo, definido, radical, cual expresión espiritual y política
exigido por la Guerra de Emancipación de esas provincias. Nominó Bello, con
precisión geodésica, esas extensiones del Nuevo Continente la "Zona
Tórrida", la comprendida entre el Trópico de Cáncer del hemisferio borejí,
el Trópico de Capricornio del hemisferio austral, divididos por el círculo
máximo del Ecuador, pero sólo el ámbito circunscrito al Nuevo Mundo. Mas ¿cómo
pudo Bello concebir para luego plasmar en sus dos grandes silvas esta enorme
visión cosmográfica?. e o Había nacido en Caracas en 1781, antes de
cumplir los treinta años viajó a Londres (1810) donde
residenciará hasta 1829 cuando se traslada a Santiago de Chile, en esa ciudad
transcurrió el resto de su vida, murió en 1865. Cubrió apenas su existencia en "Venezuela los espacios del valle de
Caracas, sus aledaños, también algo de la región de Aragua; estudió su paisaje
nativo, amicus arborum señaló testimonios de algunos de ellos en
sus primera trovas: el Mcoco altivo", el samán, el sauce. Es,
sin embargo, en la capital de Inglaterra donde el poeta una percepción
totalizante del Nuevo Mundo obtendrá: se la prodigó su lectura de la
monumental obra científica del sabio alemán Alejandro de Humboldt Viaje a
las regiones equinocciales del Nuevo Continente, (U,tutuC editafMren traducida al ingles en ese idioma
Bello la leyó.
Revela Humboldt por primera vez a
los hispanoamericanos, en todo su esplendor, realidad, riqueza, temperie, la
ti^ra donde nacieron, habitan, perecen. Nadie hasta ese mo mentó había descrito
con tanta exactitud, exhaustividad la Zona Tórrida de esta parte del planeta;
por eso Bolívar en carta de 1820 define a Humboldt "el descubridor científico
del Nuevo Mundo". Este hallazgo de la majestad natural del Nuevo Continente,
no al través de una experiencia vivencial sino por la aventura de transitar las
páginas del libro mencionado de Humboldt, significó el segundo incentivo para
Bello escribir sus dos silvas novomundanas, ALOCUCláN A LA POESÍA, LA
AGRICULTURA BE LA ZONA TÓRRIDA (Londres, 1826).
El tercer
horizonte estructurante de las dos grandes composiciones de Bello la libertad
se llama: el emerger en esos años con insólita fortitud la Idea junto al
sentimiento de la libertad en el Nuevo Mundo. Botaron las guerras por la
independencia de las antiguas colonias españolas en América (I8IO-I824) a sus habitantes de
un concepto de la emancipación de la sociedad absolutamente novedoso, ennoblecedor,
trans formador para la humanidad occidental. Se fusionaron por primera vez en
la mente del humanus el vocablo libertad con su Idea, con su ser.
Los niveles sociales de la política, de la democracia, del republicanismo, de
la sexualidad, de la familia, de lo económico quedaron comprendidos en esa
autonomía, conducidos por un nuevo género humano, el mestizo: "Nosotros
somos un pequeño género humano} poseemos un mundo aparte; cercado por
dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y ciencias"...(Bolívar, Carta
de Jamaica, 1815); (•••) "no somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles.” (Bolívar, Discurso
de Angostura 1819). Manifestóse también esta revolución en el lenguaje, en
la gramática; uNo tengo la pretensión de escribir para los
castellanos. Mis lecciones se dirigen a mis hermanos, los habitantes de Hispano
América" (A. Bello, Gramática. 1847» "Prólogo"); marcó
también su perfil esta esencial rebeldía en la lírica. La nueva percepción de
la conducta del humanus brotada con la Guerra de Independencia Bello por
los ríos de sus versos la transmites Había arribado la gran oportunidad para
desarrollar, expandir la espiritualidad, desalojar de manera definitiva en los
liberados espacios de la Zona Tórrida a las expresiones dogmáticas de la
cultura europea, sobre todo de la española. Si la Poesía (con P mayúscula) significa la divinidad
esenciante de los versos, la Diosa de la creatividad - poietiké-
entonces el poeta adecuadamente el término usa cuando inicia su poema con estos
versos,
"Divina Poesía, tú de la soledad habitadora, a
consultar tus cantos enseñada con el silencio de la selva umbría, tú a quien la
verde gruta fue morada, y el eco de los montes compañía; tiempo es que dejes ya
la culta Europa, que tu nativa rustiquez desama, y dirijas el vuelo adonde te
abre el mundo (...) su grande escena."
*
"Las
cosas bellas son difíciles" dice Platón por boca de Sócrates en el diálogo
Hipias Mayor. Iluminar con la belleza la lírica de ALOCUCION A LA POESÍA,
LA AGRICULTURA. DE LA ZONA TÓRRIDA exigió un labore^ en ningún momento fácil.
Además de la intuición intelectual de
Bello, de sus conocimientos sobre la composición poética, de la rítmica de los
versos, de la musicalidad de las estrofas, requirió de la fortitud moral,
espiritual, de allegar a esos dos poemas cardinales los horizontes
estructurantes ya mencionados. Necesitó de su sabiduría escritural, de la
energía heroica de la Guerra de Independencia, de la nueva visión de la
libertad, del espacio existencial de la Zona Tórrida, la
..."fecunda zona,
que al Sol enamorado
circunscribes el vago curso, y cuanto ser se anima en cada vario clima"...
de su admiración por Alejandro
de Humboldt cuyo raigal texto Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo
Continente (1807) dejó sugestivas señales en esas dos silvas. El armónico
entrecruzamiento de dichos estratos en su unidad esencial elevó estos dos
poemas básales de la lírica hispanoamericana hacia el Sol, para tomar un poco
de su calidez, de su luz, de poesía, de eternidad.
Lubio Cardozo, poeta ambientalista venezolano
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