Dotaron las guerras por la independencia de las antiguas colonias españolas del Nuevo Mundo (1810-1824) a sus
habitantes de una concepción de la libertad, junto
a un sentimiento de la misma, nunca antes conocido por la humanidad occidental. Los horizontes de lo político,
lo social, lo económico, lo moral, lo religioso
quedó comprendido en esa emancipación, mas también lo artístico, valga
decir las bellas artes,
y la lírica. La
poesía, en potencia, libertad significa, pero requiere para ello de valentía en el
hacerse, necesita aventura, audacia en la creatividad -poietiké- verbal. El coraje de ser aportativo, la palabra
franca, el'sacro misterio milagro de la
belleza el alma poética esencian. Andrés Bello así lo entendió? pensó había llegado la gran oportunidad de la
ódica para desarrollar, expandir su creatividad
formal, espiritual, de elucidar en sus niveles más profundos, extraer de
allí la autónoma fortitud para
desalojar de manera definitiva en los liberados espacios de la Zona
Tórrida a la dogmática retórica de la poética europea. Claramente en su siempre admirable composición Alocución
a la Poesía (Londres, Biblioteca Americana, 1823) lo
expondrá,
"Divina Poesía
(o..)
tiempo es que dejes
ya la culta Europa que tu nativa rustiquez desama1,"
(...)
¿Qué expresa en su verdad el plano evocado del verso de Bello "que tu nativa rus ti quez desama"? Por
supuesto cualquiera interpretación simplista se descartas los rústi
oon.su
rustiquez deambulan por todos los.Continentes. El Diccionario de la Real Acade
mia española (1992) los defines
"Rústico, ca. Perteneciente o relativo al
campo. Tosco grosero. Hombre de campo." "Rustiquez: Calidad de
rústico". En cuanto al epíteto nativo,
nativa, precisa el DRAE: "Que nace naturalmente. Perteneciente al país o lugar en que uno ha nacido."
No_ se trata, pues, de repetir lo obvio. Encierra, por el contrario, en esa verso la perspicacia de Bello la
metáfora de un concepto trascendental,
novedoso, desafiante: "nativa rustiquez" la libertad significa, esa virtud, ese sentimiento innato al Huevo
Miando. Sobran los testimonios de como esa libertad
ínsita a los primigenios pobladores de este Continente sorprendió a la
par de producir una. profunda aversión e incomprensión
absoluta a los llamados conquistadores espacióles.
Cuando éstos arribaron a los territorios novomundanos ya vencían
enfermos por esa patología anímica
nominada luego por Eric Fromm "el miedo a la libertad". Afirmó categóricamente el filósofo
Federico Guillermo José Schelling en su libro Sobre la esencia de la libertad humana (1809) lo siguiente:
"Sólo quien haya experimentado la libertad
puede sentir la necesidad de hacerlo todo análogo a ella, de difundirla por todo el universo."
Jamás supieron los conquistadores españoles de ese excelso sentimiento, por el contrario invadieron poseídos por el
morbo de esclavizar (de manera cobarde
por su superioridad militar), de obtener riqueza fácil mediante el robo, el genocidio, la "auri rabida
sitis"... Produjo en ellos, en su estrecha ética, en su pensamiento domado por la dura dogmática de su
cultura hispánica, en su psique, pánico
esta revelación existencial propia de los íncolas de la Zona Tórrida. Por eso, con la conquista; los invasores
hispanos no sólo se apoderaron de las riquezas
a la mano, de los minerales nobles, de las tierras, sino también
asaltaron esa libertad, quisieron
extirparla de mil formas; exterminaron, esclavizaron, genocidiaron a los aborígenes pero la libertad escondió
su viva llama, debajo de las cenizas del
cataclismo; trescientos años después constituirá "la originaria
forzosa necesidad" (M. Hefdegger),
la fuerza espiritual, la enérgia moral, el combustible muscular de quienes -mestizos, indios,
negros, blancos- conducirían victoriosamente la
Guerra de la Independencia*
«..«"que tu nativa rustiquez desama”, en definitiva, una bella metáfora de la libertad entonada
en un armonioso endecasílabo yámbico.
Encarna Bolívar el primer gran intérprete del pensamiento y del espíritu de la libertad del Nuevo Mundo. Dotó
Bolívar de una nueva esencia a la Idea de la libertad. En la antigüedad clásica los griegos, por supuesto,
dicho concepto poseyeron,lo nominaron
eleuthería (), en medio sin embargo
de una paradoja, uncida a la minoría
libre una inmensa colectividad de esclavos cohabitaba. Hállase igual contradicción, más aguda aún, en la sociedad
romana; junto a su vocablo libertas enormes masas de siervos provenientes de
una periferia de estados sometidos. Belativizaba
entonces esa aporía el ser de esas dos palabras originarias
sustentadoras del concepto. Vertió
Bolívar su novísima interpretación de la libertad en constituciones, leyes, discursos, proclamas, en su hacer
militar casado con el destino de independizar
estos pueblos e inclusive en la mera sintaxis de la elocución
estructurante de su oratoria, de sus
epístolas; aporta ahora si para Occidente un ser, una realidad efectiva, a la noción de autonomía
absoluta. La convierte en una acción^ en un instrumento, con apoyo nutricio teórico, con
ejemplaridad práctica. Le da esa espiritualidad objetiva -originaria del Nuevo Continente- en la acepción
hegeliana. Proporciona Bolívar, pues, desde
ese ser genesíaco brotado del mestizaje, a partir del "recuerdo interiorizante del inicio” (Heidegger), de
la memoria originaria-originante, en fin de
la arkhé -del fundamento, de la raíz- un horizonte nuevo,
revolucionario, metafísico. Por eso las jóvenes repúblicas de la
"Salve, fecunda zona, / que al sol enamorado
circunscribes", de"las regiones equinocciales del Nuevo
Continente” a Bolívar lo nominaron El Libertador.•.
Tal vez en el inconsciente colectivo su Dios de la Libertad sea.
Canta Bello en la composición paradigma seleccionada para este escrito, última estrofa,
•(...)
"Mas no a mi
débil voz la larga suma - d.e sus victorias numerar compete; a ingenio más
feliz, más docta pluma, su grata patria encargo tal comete; pues como aquel
samán que siglos cuenta, de las vecinas gentes venerado, que vio en torno a su “basa corpulenta el "bosque muchas veces
renovado, y vasto espacio cubre con la hojosa copa, de mil inviernos
victoriosa; así tu gloria al cielo se sublima, Libertador del pueblo colombiano; digna de que la lleven dulce rima y culta
historia al tiempo más lejano."
( Alocución a la Poesía ).
Invita Andrés Bello a la Poesía -cual
una divinidad- a venir a estos inmensos
territorios designados por Humboldt, con su precisión de científico,
"las regiones
equinocciales del Huevo Continente", aunque Bello con un concepto
también originario
los nominó la Zona Tórrida, la comprendida entre los dos Trópicos, el de Cáncer, el
de Capricornio, mas sólo la parte circunscrita en el Huevo Mundo. Por cuanto aquí la
divinidad Poesía hallará -para asumirla de cara al futuro su "nativa rustiquez"- un
estrato consubstancial del ser de la ódica, de los cantos: la intrínseca libertad;
difícil de alcanzarla, en su pertinente plenitud natural, en Europa por el viejo impedimento de la compleja red de
dogmas conformantes de su sociedad en aquel
entonces: fanatismos religiosos, políticos, morales, sus fosilizados
credos estético-for
males, en fin. Pilosa metáfora contra el dogmatismo literario europeo la expresa Bello con "encina
carcomida".
Reafirma más adelante Bello, en la
misma composición, esta visionaria tesis cuando
escribe en sus versos, dialogando por supuesto con la "Divina
Poesía"
(...)
"Descuelga de la encina carcomida tu dulce lira de oro,
(...)
y sobre el vasto Atlántico tendiendo tus vagorosas alas, a otro cielo, a
otro mundo, a otras gentes te encamina,
(...)
América, del Sol joven esposa,
del antiguo Océano hija postrera, en su seno feraz cria y esmera".
Con otro designio, sobre el
relámpago'de sus frases, Bolívar en su Carta
de Jamaica (1815) la misma visión expone, piensa: "Nosotros
somos un pequeño género humano; poseemos
un mundo aparte; cercado por dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y ciencias"••.
Si la esencia del hombre su propia
aventura la define, esta esenciaventura en el trovador el camino de los versos asume de manera autónoma,
independiente, espontánea, se
verterá en su ritmo interior, depositará en ello lo pirro -el oro- de cuanto en ese existente ha
sucedido, hace la entidad más ósea del poema, su realidad.
F.G.J. Schelling, en la mencionada
obra, señala concluyente: "El sentimiento
de la libertad está intimamente grabado en cada uno, aunque para asomar
a la superficie se requiere una
fuerza y profundidad de sentido mayores a lo habitual" (...) (p.7l).
Añado, también para finalizar: La emancipación -de cualquier condicionamiento externo, de todo
compromiso espurio- es una necesidad interna del poema para manifestar ( phafnein ) su ser. Andrés Bello en su
grata silva, ya citada, exhaustiva, fehacientemente
muestra la identidad consubstancial def ser de la libertad con la poesía; las regiones equinocciales del
Nuevo Continente, el Nuevo Mundo, la Zona Tórrida,
a
ello
coadyuvaron. Cien anos después de Bello, otro admirable poema, el CHEBO de Mi- *
guel Angel Asturias, lo ratifica.
"Creo en la libertad, madre de América, creadora de mares dulces en la
tierra, y en Bolívar, su hijo, señor nuestro, que nació en Venezuela".••
(...)
* * *
ASISTENCIA BIBLIOGRÁFICA:
Miguel Ángel Asturias, CREIDO. Mérida, Erato, 2011 (Afiche ¿ pliego,
con ilustraciones
Andrés Bello, Poesías. Caracas, La Casa de Bello, I98I (Obras
completas, v. I: ALOCUCIÓN A LA
POESÍA, PP.-43-64; LA AGRICULTURA DE LA ZONA TÓRRIDA, pp. 65-74).
Simón Bolívar, Carta de Jamaica (1815)> En: Simón Bolívar, Siete
documentos esenciales. Caracas.,
Presidencia de la República, 1973.
Diccionario de la lengua española. Madrid, Real Academia Española, 1992. 2
v ._DRAS_/, Eric Fromm, El miedo a la libertad. Barcelona,
Paidós, 2008.
Martin Heidegger, Aportes a la filosofía. Acerca del evento. Buenos
Aires, Biblos,
2006 o
Martin Eeidegger, Conceptos fundamentales. Madrid, Alianza
Editorial, 1994.
Alejandro de Humboldt, Viaje a las regiones equinocciales del Huevo Continente> Caracas, Biblioteca Venezolana de Cultura, 1941-1942. 5 v.
Federico G. J. Schelling, Sobre la esencia de la libertad humana. Buenos
Aires,
Juárez
Editor, 1969.
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