Más allá del “producir, usar y desechar”
La “economía circular”, modela la manera cómo funciona
la naturaleza. En un bosque o selva, en
un ecosistema lacustre o marino, no existe el sobre consumo por parte de
ninguna sus especies ni se genera desperdicios.
Toda se regresa a la naturaleza y se transforma de manera continua y circular.
El equilibrio de todos sus componentes es perfecto.
En la “economía
humana”, los recursos de la naturaleza se aprovechan para fabricar productos
que luego se utilizan y se eliminan, con el agravante que las materias transformadas no pueden retornar a la
naturaleza como cuerpos o entes integradores de los ciclos continuos. Al interrumpirse esa capacidad regeneradora
natural se produce la basura no biodegradable. Circunstancia esta que en los últimos siglos ha
pasado a ser uno de los grandes problemas a resolver de las comunidades humanas
que habitan fundamentalmente en los países desarrollados.
La
propuesta de la “economía circular”, plantea maximizar el uso de los recursos y
su capacidad transformadora, sobre la base de un modelo que limite el sobre consumo
a partir de la premisa que todo se debe reducir, reutilizar, reparar y reciclar en un
círculo continuo.
En el pensamiento de la “economía circular” el cierre del ciclo de vida de los productos,
los servicios, los residuos, los materiales y los recursos naturales no existe.
La transformación es continua e infinita. La esencia de la “economía circular” reside
en diseñar productos sin desechos, productos que faciliten su desmontaje y su
reutilización, así como en definir modelos empresariales para que los
fabricantes puedan ser incentivados económicamente para recoger, volver a
fabricar y distribuir los productos que hacen. Sus aplicaciones prácticas, van
en una tendencia creciente y exponencial.
El modelo
de consumo actual, exportado interesadamente a todos los rincones por los países desarrollados, se fundamenta en el “usar y desechar”,
situación esta que se hace insostenible en un planeta donde cada
vez, debido a la sobrepoblación humana, los recursos son más limitados. La oposición al actual modelo de consumo es
la propuesta de la “economía circular”, la cual esta enmarcada dentro del pensamiento ambientalista
que
exige una sociedad más responsable con la naturaleza, que se
caracterice por la disminución del uso de los recursos, por la reducción de la
producción y por la limitación en el consumo de energía.
De lo que se trata es vivir en paz, respetando los límites ecológicos del planeta. Disfrutar una prosperidad equilibrada y tener un ambiente recuperado y saludable, como consecuencia de una lógica de vida basada en una economía circular innovadora, donde nada se desperdicia y en la que los recursos naturales se gestionan de forma sostenible, y la biodiversidad se protege.
De lo que se trata es vivir en paz, respetando los límites ecológicos del planeta. Disfrutar una prosperidad equilibrada y tener un ambiente recuperado y saludable, como consecuencia de una lógica de vida basada en una economía circular innovadora, donde nada se desperdicia y en la que los recursos naturales se gestionan de forma sostenible, y la biodiversidad se protege.
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