Tiempos de
cambio
Vladimir
Villegas
Un alerta ecológico sobre la minería
Soy
frecuente lector de Aporrea.org desde hace muchos años, y en mi paseo cotidiano
por esa página me encuentro con un artículo de Lenin Cardozo en
el cual este ciudadano, defensor del medio ambiente, denuncia que
Venezuela entregó concesiones mineras a las mismas corporaciones
que ilegalmente explotan a cielo abierto en el Esequibo venezolano y
que son las responsables de acciones ecocidas en esta zona en
reclamación. Es un tema delicado, grueso, que no puede convertirse
en tabú y que debería ser investigado a fondo.
Entendemos
que nuestro país se encuentra en medio de una severa crisis
económica, apuntalada o agravada por la caída abrupta del precio del
petróleo, lo cual hace que en este momento se requiera de
divisas con
desesperada urgencia. Pero llamados de atención como el que formula
Lenin Cardozo no pueden caer en el vacío ni ser despreciado
con descalificaciones que en nada permiten aclarar si efectivamente
con la aprobación del llamado Arco Minero se ignora olímpicamente
resoluciones pasadas del entonces Ministerio del Ambiente,
mediante las cuales se negó la autorización para que la empresa Gold
Reserve llevará a cabo la explotación minera a cielo abierto por
el daño ecológico que esa actividad supone.
Este es un
tema de indudable interés nacional, y debe quedar perfectamente
esclarecido el impacto ambiental que estas concesiones aprobadas en
días recientes por el ejecutivo nacional pueden causar en una zona que
ya ha sufrido los embates de la minería ilegal, que ha actuado en
medio de la mayor impunidad brindada por autoridades civiles y
militares.
Dice Lenin
Cardozo, y eso me causó estupor, que ” las autoridades
ambientales saben lo catastrófico que significa autorizar a esa
supercorporacion a explotar el oro al Sur del Estado Bolívar, debido a que
la minería utiliza, de manera intensiva, grandes cantidades
de cianuro, una sustancia muy tóxica que permite recuperar el oro del
material removido”, y agrega en sus angustioso artículo que para llevar
a cabo las labores de explotación minera se ocupan grandes extensiones
que pueden alcanzar 150 hectáreas y se cavan cràteres de hasta 500
metros de profundidad. ¿Es esto cierto? Alguna autoridad niega lo que
denuncia Cardozo? ¿ Es falso lo que él advierte en cuanto a la
gran mortandad de fauna silvestre que va a producirse? Creo que
este alerta de Lenin Cardozo tiene que ser atendido
antes de que
sea tarde.
La ecología no es un asunto subalterno que pueda ser
despachado alegremente. Me gustaría, como venezolano, que alguna
autoridad en la materia nos dé garantías plenas de que estamos a salvo de
un daño ambiental a gran escala. La
emergencia económica en la cual nos encontramos por la falta de divisas no
puede impedir que le prestemos atención a este asunto. Los daños
ambientales de la minería pueden ser irreversibles y quienes han permitido
durante largos años la acción depredadora de los garimpeiros y sus
compinches no han sentido el màs mínimo remordimiento por ello.
En su
artículo, Cardozo destaca además que hasta en Canadá se ha prohibido
la minería en los tèrminos y condiciones que es compañía canadiense
va a operar en territorios de Guayana.y enumera una larga lista de
países de diversos continentes en los cuales se puso fin de manera
terminante a la minería a cielo abierto, por sus terribles efectos
contaminantes . Argentina y Costa Rica son dos de los países que han
establecido prohibiciones a esa actividad.
¿ Quién, con
nombre y apellido, pone sus manos en el fuego para
garantizar que estamos a salvo de un ecocidio a gran escala en el sur de
Venezuela? Este no es un tema para caer en la diatriba política
barata. Se trata de un asunto de interés nacional, por lo cual no debe
haber espacio para el secretismo ni nada que se le parezca.
El Comentario de Vladimir
ResponderBorrarFuente: GV 29-02-2016 03:43PM
Las inversiones extranjeras son necesarias para que el país salga adelante, para que reactivemos la producción, generemos empleo productivo y podamos contribuir a superar las difíciles circunstancias económicas por las cuales atraviesa el país. Por eso en general consideramos un hecho positivo que se realicen reuniones con inversionistas nacionales e internacionales en las cuales se puedan llegar a acuerdos para impulsar iniciativas que se van a traducir en divisas para Venezuela, con las cuales por cierto se puede hacer frente a la crisis en la que estamos surgiendo en este momento.
La minería es una de esas actividades que seguramente pueda traer gran cantidad de divisas pero hay un problema es que han surgido muchos temores e interrogantes sobre el impacto ecológico que esta practica puede dejar como saldo negativo e irreversible en plena contradicción incluso con los objetivos que en materia ambiental están señalados en el Plan de la Patria que tanto reivindica el Gobierno Nacional.
Por ejemplo pregunto ¿es cierto o falso que una de las empresas con las cuales se está negociando la explotación del oro la canadiense … ha sido cuestionada en buena parte del mundo, incluida la propia Canadá por su actividad depredadora del medio ambiente? ¿Es cierto o falso que en años recientes en vida del presidente Hugo Chávez el Ministerio del Ambiente le negó la autorización a esta empresa para realizar labores de minería a cielo abierto? ¿Qué explicación valedera desde el punto de vista ecológico existe hoy para garantizar que ahora no habrá depredación en el corazón de nuestra Guayana? ¿Cuál autoridad nacional va a garantizarnos a los venezolanos que las actividades de minería derivadas del llamado arco minero no van a traducirse en contaminación de las aguas en terribles daños a la flora y la fauna?
La minería ilegal sabemos ha causado estragos en medios de la mayor impunidad y complicidad por parte de quienes están obligados por la constitución y las leyes a velar por una adecuada preservación de nuestro medio ambiente. Por eso hoy expresamos esta natural preocupación y el hecho de que estemos endeudados y necesitados de divisas no puede estar por encima de nuestras responsabilidades y compromisos nacionales e internacionales en materia ambiental, sobre todo en un mundo como el actual donde esa es una variable que tiene que respetarse. Estas actividades mineras tienen que ser sometidas a una rigurosa fiscalización y si fuera el caso no tenemos porque aceptar practicas como la minería a cielo abierto ya prohibidas en diversas naciones del mundo, entre ellas Argentina y Costa Rica.