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Con que facilidad perdemos la frontera del amor y del respeto, en la diaria relación con nuestras madres. Nuestra madre biológica, es alguien tan cercana, que a veces nos pareciera, que es una hermana, o una amiga, una tía. O simplemente asumimos que es alguien incondicional y que esta ahí, para ayudarnos y punto. Nos hemos dado el lujo, en muchos momentos, de confrontarla, irrespetarla o atropellarla. Incomprensiones y maltratos, es lo que ha recibido de nosotros el cuerpo que nos dio la vida. Ella, quien es el origen de todo y sin su existencia, nada hubiese ocurrido.
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En la medida que nos hicimos independiente, progresivamente la vamos sacando de nuestras vidas. La sentenciamos con nuestra indiferencia. Porque ahora tenemos "nuevas responsabilidades" o tenemos que vivir "nuestras vidas". Con que facilidad olvidamos esa parte de nosotros que dependió por mucho tiempo de su protección. ¿Esa es la ley de la vida?, y si es así, ¿Quién escribió esa ley?
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Igual ocurre, con la madre Tierra. La madre de nuestras madres. Es el cuerpo donde aparece y se desarrolla nuestra existencia. Es el todo de principio a fin. Ahí nacimos y ahí volvemos al cierre del ciclo. Nunca nos desprendemos de ella, así la obviemos, la agredamos, la contaminemos.
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En qué momento paso, no lo sabemos, pero la gran masa de esta humanidad indiferente desconoce su existencia. Hablar de la Tierra, es un simple tema escolar. ¿Quién le reza a la madre Tierra?, ¿Quién le rinde tributos? ¿Tendrán las madres algún minuto diario en nuestros pensamientos?
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Pensar sobre estos dos misterios, es un punto de partida, para dejar de ser esa humanidad banal, egoísta e ingrata, en que nos hemos transformado y retomar o descubrir (para muchos), el real significado de poder amar y venerar a nuestras madres. Es encontrarnos con el más puro sentimiento, capaz de darnos la sabiduría para amar al resto de la humanidad y a todas las especies hermanas que tienen los mismos derechos por haber nacido de la misma madre Tierra.
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Muy buen articulo Lenin, es para la reflexión sobre nuestra dos madres. A la biológica en su día la mayoría de los hijos le regalamos algo material, mas los afectos y la otra la tenemos olvidada. Hoy es un día para recordarla.
ResponderBorrarExcelente Reflexión. Lo felicito Doctor, en ese discurso escrito pone de manifiesto su gran sensibilidad y pensamiento crítico desde una óptica Ecológica. Deseo siga cosechando triunfos desde su trinchera laboral.
BorrarFeliz Día de la Madre Tierra.
Mi respeto y mi admiracion Sr. Lenin bello pensamiento y de corazon le deseo muchos exitos, gracias por regalarnos estas hermosas reflexiones y despertar el entusiasmo por seguir en la lucha por nuestra madre tierra.
ResponderBorrarExcelente escrito amigo Lenin,lamentablemente millones y millones de hijos nos olvidamos de nuestras madres la biológica y la Pachamama,pobre de esos hijos que al final de su existencia o en momentos trágicos siempre gritan MAMA
ResponderBorrarGracias por compartir la reflexión.
ResponderBorrarNosotros como madres y padres, debemos educar a nuestros hijos en el respeto de sus ancestros, sus raices...
Y definitivamente, quien aspire que, en sus años de vejez, sus hijos lo honren con los cuidados y atenciones necesarias... deben empezar por modelar con su ejemplo al honrar, cuidar y atender a la Madre Tierra...
Honra, respeto y agradecimiento a ambas Madres, de la bilógica venimos y a la Madre Tierra volvemos al pasar de plano....
ResponderBorrarBien por tí, ese misterio de las dos madres deja mucho para pensar, incluso el reto de cuidar y amar el origen de la vida: la Madre tierra, cuando ya no esté nuestra Madre biologica.
ResponderBorrarGracias por ese gran premio del UNIVERSO...encontrarnos en esta existencia y ser tu Madre biológica.La luz divina te envuelve siempre...Con la energia poderosa del amor...
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