Powered By Blogger

domingo, 29 de julio de 2012

En Amèrica la india añu Aniin uniò dos naturalezas

El estruendoso ruido de los cañones que bajaban su carga una y otra vez tenían aterrorizados a la comunidad indígena añu que habitaba a pocos kilómetros donde se libraba la batalla naval del Lago de Maracaibo. Previamente ya estaban muy inquietos al observar durante varios días las distintas maniobras de los buques de guerras en ese paraje.
Era el año de 1823, para ser mas especifico un día jueves y cerca del final de la tarde comenzó el fiero enfrentamiento entre la escuadra española y la escuadra venezolana. En dos horas de recio combate se decidió la acción que sellaría la independencia de Venezuela.
De una de los barcos en llamas, saltaron parte de su tripulación al lago y nadando con desespero trataron de llegar a la orilla, la mayoría de los que lograron tocar tierra fueron nuevamente capturados por la fusilería venezolana. Uno de ellos, aun herido logro esconderse entre los manglares y eludió la firme requisa para encontrar a los vencidos. Durante tres días casi agonizante se mantuvo bajo resguardo y cuando sus fuerzas comenzaban a abandonarlo es encontrado y auxiliado por los añu y fue llevado a uno de sus palafitos (rancheria contruida sobre el lago) para ser curado y alimentado.
Una joven india Añu de nombre Aniin, que significa en su idioma “Aquí”, asumió el encargo de cuidarlo, proceso que duro varios meses, tiempo suficiente para que el marino se recuperara totalmente y reflexionara sobre su futuro inmediato, la cual fue el de no regresase a España y quedarse hacer familia con Aniin y ser parte de esa comunidad indígena.
El marino resulto ser el segundo Capitán de la Fragata San Carlos, de nombre Miguel Ortega Moran y García, aguerrido y valiente hombre de mar, que unió su alma al noble pueblo añu, de lo que es en el presente el pueblo de Santa Rosa de Agua, en la Ciudad de Maracaibo, al oeste de país.
Aniin represento para el Capitan Ortega, el sentimiento más puro. La descendencia entre Miguel Ortega y Aniin fue prolifera, se estima que tuvieron más de diez hijos. Fue una mujer llena de bondad, Miguel admiraba en ella su afecto por los animales, a tal punto que tenia la creencia que podía comunicarse con ellos.
Donde Aniin se sentaba, llegaban las aves, los mapaches, las mariposas, cangrejos, las distintas especies de la zona y todas en armonía, disfrutaban de su presencia. Si estaban enfermos al solo tocarlos los reanimaba y se curaban. Para ella, cada especie tenia una razon de ser y esas vidas debian respetarse. Fueron sus otros hijos.
Hoy a casi dos siglos de la llegada del Capitán Ortega a esa tierra de sueños, llamada posteriormente Capitán Chico en su honor, Aniin sigue representando la expresión humana más genuina que une a los dos continentes y el sentimiento proteccionista de la cultura Añu por sus especies y por todo lo que significa el amor a la naturaleza.

miércoles, 25 de julio de 2012

Venezuela: sembrar el petroleo o enterrar el futuro

Aun cuando es visible la creciente reflexión y acción de los ambientalistas sobre la necesidad de contaminar menos el planeta y exigir energias limpias, los que realmente en el presente marcan las nuevas tendencias sobre el uso y consumo energético, son los países desarrollados y sus plataformas industriales y comerciales. Estas naciones están dando muestras de la imperiosa necesidad de cambiar sus sistemas de energía, debido a la cada vez menos rentable y dependiente uso de los combustibles fósiles y sus derivados.
Difícil es sostener y planificar economías, que están al vaivén de las alzas y de la cada vez mas menguada producciòn de los países petroleros. Dentro de su visiòn de paises controladores, es vital preservar su sentido de independencia y el estar condicionados al consumo de energía derivada del petroleo es uno de los puntos urgentes de la agenda política de esas naciones, que marcarà indiscutiblemente un nuevo rumbo. La decisiòn esta tomada, es cuestiòn de tiempo para que cambien sus patrones energeticos actuales. Las energías como la solar, eólica, mareomotriz, biomasa, entre otras, son hasta ahora las opciones más inmediatas que estan desarrollando, seguro que en el futuro no muy lejano aparecerán otras fuentes màs eficientes, es una búsqueda que no tiene fin.
En Venezuela, la frase sembrar el petróleo, es ya un mandato que tiene una vigencia absoluta. Nuestra condición de país petrolero, nos obliga a explorar el desarrollo de las distintas fuente de energías, porque ¿quien más que nosotros para entender la frágil posición económica del paìs por ser monodependiente de un solo tipo de energía?.
Ya se han hecho las primeras inversiones en energías como la eólica, sin embargo no es suficiente, si se está pensando como nación-estado. Energéticamente requerimos una plan “B". Un plan nacional que permita proteger a nuestras generaciones futuras. La responsabilidad de los que hoy gobiernan en el sector energía es determinante. Estamos a tiempo para prepararnos y blindar nuestro liderazgo como nación productora de energía. Confiados estamos, en que se este trabajando en esa dirección. Como cuando se presta juramento: "Si así lo hicieran que la Patria los premien, si no que los demande"

viernes, 20 de julio de 2012

En América un aguerrido capitán español se hizo indígena y ambientalista

En algún lugar de Castilla, España en el año 1790 nace Miguel Ortega Moran y García. Desde muy joven se enrola en la marina española. Siempre llamaba la atención por su baja estatura (1,55 mts) pero su dedicación y valentía a lo largo de sus años como marino le ganaron el respeto y lo llevaron al rango de segundo Capitán de la Fragata San Carlos, barco insigne de la Escuadra Española que participo en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo en el año de 1823, episodio donde se sella la independencia de Venezuela.
En esa contienda naval la Fragata San Carlos fue destruida y hundida y Miguel Ortega Moran y García, herido gravemente, en un esfuerzo sobrehumano, nada y llega hasta la orilla de un espeso bosque de manglar en la cercanía de lo que es hoy el pueblo de Santa Rosa de Agua en la Ciudad de Maracaibo, al Oeste del país.
Los aborígenes de la zona de nombre Añu, lo encuentran y lo curan. Allí conoce a la india Aniin. Durante su convalecencia, el Capitán Ortega, reflexiona sobre lo que ha sido su vida en el Continente Americano. Aun en su condición de español vencido en batalla, reconoce y admira la causa de Simón Bolívar y de los venezolanos. También toma la decisión de no regresar a España y decide hacer familia con Aniin e integrarse a la comunidad indígena Añu.
Cuentan, que los ayudo a mejorar sus técnicas de navegación, sus métodos para la pesca y defenderse de los agresores o invasores que frecuentaban esa región. Muchos busca fortuna dedicados a la piratería y esclavistas cayeron bajo el filo de su espada, otros con mas suerte huyeron despavoridos por la bravura y valentía del Capitán Ortega y de su muy bien entrenado batallón de guerreros Añu.
Los extensos bosques de manglares lo cautivaron y fue un gran defensor de ese paraíso tropical. Como naturista empírico, realizo una extensa caracterización a fin de clasificar la flora y fauna de esos bosques de costa a través de dibujos en carboncillo. En honor a su presencia y a las muchas cosas positiva que logró para el bienestar de esa comunidad, una parte del pueblo de Santa Rosa de Agua lo llaman Capitán Chico.
Por cierto, en ese pueblo todos se apellidan Ortega o Moran o García.
…esta historia continua

lunes, 2 de julio de 2012

L’orfico e lo chiaro in due poesie ad un medesimo fiore

“Con le azioni gradite agli Dèi il tuo umore fa felice, poiché essa il più alto dei profitti contiene”. Baquilides, Epinicio III. Ci sono diversi nomi nel sermo ruralis per l’arbusto e il suo famoso fiore “signora di notte”, è anche chiamata il “fiore del ballo”, “regina della notte”, “fiore di notte”. Si hanno occupato del fiore alcuni botanici nel paese. Henri Pittier ha studiato il fiore brevemente, lo chiama (per sineddoche) “regina della notte” nel suo Manual de las plantas usuales de Venezuela. -Caracas, 1970. p. 359-, ha dettagliato il cespuglio con piú estensione Jesús Hoyos nella sua Flora tropical ornamental. -Caracas, 1978. p. 82-, abbiamo selezionati alcune righe di questo testo:
“Originario dell’America tropicale, è ampiamente distribuito dal Messico al Brasile, tra cui Le Antille. In Venezuela cresce allo stato selvatico nelle zone calde del nord del Paese e in forma di coltivo nei cortili e giardini urbani. [...]. Fiori bianchi, grandi, vistosi, profumati, che si aprono la sera. Hanno un lungo tubo floreale da 14 a 30 cm di lunghezza, con il quale sono proiettati al di sopra e lontano dal margine dei rami”.
Appartiene alla famiglia Cactaceae, il termine scientifico: Epiphyllum oxypetalum. Devono scartarsi di questo panorama espositivo due ben noti, Soanaceae: “signora di giorno” -Cestrum diurnum- “signorina di notte” -Cestrum nocturnum- entrambi altrettanto di fiori piacevolmente profumati.
Rosalina García consacra nella sua collezione De intima brasa. -Caracas, 1987, p. 64- un poema intenso al fiore di questo arbusto, “SIGORA DI NOTTE”. Carlos Augusto León ai suoi lettori, nel suo libretto lirico Juegos del yo. -Caracas, 1989-, gli dona l’ultima oda -su trasparenti versi- di tale volume, etichettato “FIORE DEL BALLO”. Le due poesie, anche se profilati intorno alla stesso fiore, si differenziano nel essere, altrettanto nella genesi, della creazione poetica. Nasce uno da un fare composizionale orfico, quello di Rosalina García, l’altro è stato imbastito al ritmo di una disposizione razionale. Nel primo la bellezza al segreto si fonde, nella secondo la bellezza diafana sui sentimenti espressi cavalca.
Qual è l’orfico nella lirica? Ciò significa che l’orfico nel poema la musica dello nascosto portatrice di saggezza dal “senso interno -Kant-, dello saputo, del “vedere” anticipatore, della anamnesi scappata della notte dell’esistenza. Esce fuori questa singolare “melopeya” alla penombra, la rivelatrice armonia della occulta saggia bellezza -kalosofia- situata al di là della verità limpida del viso della natura -del phainein physeos-. Carica nel suo seno l’orfico una densa musicalità impregnante delle parole dei versi, essa mai il suo assoluto svela ma lascia sentire il suo opaco rimbombare lontano. Poeticizza il trovatore orfico, sebbene a volte non si percepisca così, dall’orlo stesso della morte –intellettualizzato, non reale- se non guardando verso la vita.
Davanti, quindi, alla ventura al limite dell’abisso -concettualizzato- sentendo nella nuca lo spesso fiato emesso dell’enorme bocca del drago del Nulla. Arrivano tali suoni all’anima, nutrono i sentimenti, incarnano le voci. Commuovono quando vanno oltre, si tramutano in versi le cui parole solo trascinano presentimenti, emozioni trasfigurate per catturare in ritmi pensanti, in saggia melodia, con inquietante certezza, i distanti squilli delle campane del timore reverenziale, il rimbombare delle porte di ferro arrugginito del arcano. Raggiunge, dunque, la poesia orfica -qualsiasi breve, possibile, istante- alcuna latitudine del sacro.
Nella letteratura l’orfico in nessun momneto giace in un culto esterno estetico o una offerta per il mistero che va nella sua ricerca, no: appartiene l’orfico alla condizione innata di alcuni poeti, un invito proveniente dall’interno della creatività stessa del bardo, la quale si assume o si scarta. Potrebbe essere concettualizzato l’orfico nella semplice composizione mediante l’idea della pulchritudo oscura nel suo dire poetico -la bellezza segreta, nascosta, difficile-.
Platone mette in bocca di Socrate nel dialogo Hipias Mayor, questa finale assioma: “Le cose belle sono difficili”. -Messico, Porrúa, 1972. p. 247-. Indica la prima condizione pulchritudo oscura, la libertà, assoluta, del pensare. Al’emergere, plasmarsi, nella scrittura la voce interiore del poeta lo fa attraverso un ordito di versi il cui significato risulta opaco al lettore, questo, allora, indaga poi nella sua illustrazione, cogita, contempla. I vocaboli mediante essa musicalità emanate dal rimbombare dei bonces del mistero, riflettono nella sua strada al chiarore fertili sentimenti spirituali artistici, reminiscenze di quello dimenticato, segnali provenienti dai sogni “irrumpientes” nello stato di veglia. -“Tutto intorno qua e là, variamente imitato, si trovano i sogni vaghi come picchi c’è in un campo di grano maturo” [...].
Ovidio, Las metamorfosis. México, Porrua, 1977, p. 162-. Con questi sedimenti di stato d’animo i livelli evocati dalla cantiga si conformano, il tessuto dello enigmatico, quindi, del corpus odico, deriva lo poetico. Ecco, l’oda di Rosalina García, “SIGNORA DI NOTTE” [...] bellico annuncio mi portai la congiunzione del astro con il fiore; così inebriante era il suo profumo come “acerado el brillo” della stella. Analfabeta dei cieli, Evoca la saggezza degli antenati, Nascosto tra le rovine delle foreste. Uno di loro mi ha lasciato questa daga”.
Fornisce la prima strofa di un essere al fiore di quel arbusto, estratto dall’orizzonte della cadenza videnziale, del melos, l’aroma, “acerado brillo”, della notte aggiogata al suo corteggiamento di entità infinite. Rivela, così, la natura poetica di quella presenza botanica. Decifrare, attraverso i suoi ritiri nella contemplazione di sé il giullare, nella seconda strofa un “sapere” delle “rovine della giungla”, ottenuto dalla faccia della stella bianca del fiore profumato quale lacrima della Luna -viso, advocazione della Dea della vita selvatica, Dea Diana-.
Comprende la terza strofa un verso solo. Traduce il livello evocato della metafora, “daga”, il livello relativo di: la parola? Il dono dato dalla foresta? Illuminando la natura orfica della “signora di notte” questa in cambio li svelò mediante l’incantesimo del “profumo” nella “bellica” notte della giungla, la ”daga”, la parola, ovviamente, convertita nella cantiga stessa, essa laude, essa aria di notturno schubertiano, in questi otto versi.
Orfeo -il mistico re, musicista tracio- dopo la morte del suo Euridike non canto più all’allegria, alle gioie con la sua ninfa nella foresta. Ritornerà Orfeo nella sua futile ricerca di driade nel paese di Hades, il regno dei morti, l’arcipelago del Nulla, solo con la memoranza di Euridike tramuta in lamento, solo un pezzo di tramonto fatto nostalgia. “Esencian” ora i loro canti voci di quello che é nascosto, emerge un paesaggio interiore scuro, profondo, enigmatico, malinconico. Ebbe inizio cosí nel mythos, questa dimensione della lirica. Un pó dopo, già visibile nella pianura della storia letteraria nel primo grande spazio della classicità, il paradigma della poesia orfica lo rappresentará -tra le sue tante altri virtù scritturale- Pindaro -circa 520-440 a.c-.
Parallela –relativamente- a questa entità composizionale Odica altro fu scritto sulla lunga strada della letteratura occidentale, questo invece versava nei versi la lirica esponente, riflettente, della realtà immediata, lo circostanziale del poeta, lui stesso con i suoi sentimenti, le intime emozioni, i piaceri somatici dello erotia, i dolori “aposenianos” nella psiche: la natura nel suo significato biologico, geografico, paesaggi, i boschi, i fiumi, il mare, in particolare il Sole: la luce alla logicità notoriamente assiste; presenti nelle stesse dimensione le passioni del humanus, le paure davanti il male, l’amore immerso nel labirinto dei suoi strati -il conflitto del Eros-. Sempre fedele alle percezioni di queste multiple “essistenze”, per questo impiego la parte della sua mente più efficace per enunciare la vita: la ragione.
Portavano quelle composizioni le loro necessarie attinenze: la musicalità per la fortunata gestione delle risorse espressive artistiche del linguaggio, più l’emotività, l’affettività, la suggestionabilità, ma monitorate dalla logica insieme alla patetica vocazione dalla realtà. La ragione, pertanto, circa lo scrittore aveva lasciato cadere il suo mantello, il lampo del fulmine prevalse sul suo spirito. Ebbe origine così nelle cantigas l’idea della pulchritudo chiara, rationalis -bellezza trasparente, sollevata sul limpidom ordito disposizionale dei versi-.
La pulchritudo chiara, rationalis trovo in Orazio -Quintus Horatius Flaccus: 65-8 a JC- il suo esponente più ricercato nel capitolo latino dell’Antichità Classica, si espanderà quella brillantezza nata dal fulmine della ragione per il occidentale del mondo, arriverá a Venezuela aggiogato all’origine della sua singolare poesia, che a sua volta coincide con l’avvento della Patria resa indipendente, libera, autonoma, sovrana. All’interno di questa concezione della creatività umanistica Andres Bello costituisce la sua opera lirica il paradigma della pulchritudo chiara, rationalis nel Continente Latinoamericano.
Dovrebbe chiarire, forse, quest’altra dimensione del odica la frase di un filosofo che ha affermato di un aspetto nell’essenza dell’arte: “il reale gli dà all’uomo lo splendore fino ad allora nascosto” -M. Heidegger, Ciencia y meditación-. In questa contemporaneità, in questo spazio intellettuale, i canti di Carlos Augusto León si trovano. Ecco qui la sua elegia “IL FIORE DEL BALLO… Ero nella mia tristezza e improvvisamente aprì “il fiore del ballo”, quella dei lunghi petali che scoppiano di bianchezza… Solo una volta all’anno riempie tutta la notte la sua fragranza, muore all’alba. Ero nella mia tristezza e mi son detto ben vale la pena di vivere per guardare cose come queste, anche solo una volta all’anno”.
La disciplina intellettuale di Carlos Augusto León costruita sulla ideologia del materialismo scientifico engelsiano gli ha impedito di addentrare la sua poesia nelle stanze spirituali artistiche dell’orfico, dello enigmatico, dell’oniria, sempre ha mantenuto i suoi versi inscritti tra i confini di una bella espressione di alta suggestività alla pari di una radicale trasparenza, più controllata –monitorata- dalla passione del fulmine della logica, senza rigettare l’implicito sentimento “natal”.
Nel suo libro Los dísticos profundos. -Caracas, 1984. p. 64- scrive [...] “Vorrei per i versi la chiarezza del trinco.” [...]. Sia dal luccichio del tramonto o sotto il bagliore del fulmine, i due poeti con la profonda voce della sua anima hanno composto due meraviglioso odi, molto diverse, ad un stesso fiore della botanica nativa, “la signora di notte”, detta anche “il fiore del ballo”. meraviglioso odi, molto diverse, ad un stesso fiore della botanica nativa, “la signora di notte”, detta anche “il fiore del ballo”. Tradotto da: http://lenincardozo.blogspot.com/2012/06/lo-orfico-y-lo-nitido-en-dos-poemas-una.html Lubio Cardozo, Lo órfico y lo nitido en dos poemas a una misma flor. Miércoles, 6 de junio de 2012. Lenin Cardozo | ANCA24 – Hugo E. Méndez U. | ANCA24 Italia

Alberi abitanti delle terre esauste

La terra è una donna, forse la più bella dell’universo. Tutti i popoli d’Occidente sul lato femminile la mettono. Il fondatore della Teogonia, il greco Hesíodo (s. IX – VII a.C), il primo a poetizarla, esporre in modo affidabile la sua entità religiosa, chiamandola Gé, a volte Gaia -radice etimologica della parola Gaia in castigliano-. Chiamarono i Romani della latinità Tellus, anche Terra; ugualmente i suoi elementi materiali femminili: argilla. “Greda”, sabbia, roccia pietra, allo stesso modo le sue misure in estensione agricola: campagna, azienda, agricoltura, fattoria, eredità, insomma.
Recita Platone (Atene: s. IX a.C) nel suo dialogo, -Le Leggi. Messico. Lib. V, 1975, p. 99-. Una definizione categoriale sul tema: “Essendo la Terra, la patria di tutti, si dovrebbe sentire più rispetto per lei così come alla progenitrice dei nostri giorni, perché la Terra è una Dea, dunque per questa ragione sovrana dei suoi abitanti che non siamo altro che semplici mortali”. Quando lussureggiante i contadini del campo amano la terra, la sfruttano, la spremono nel modo più spietato, ma quando con gli eccessi degli abusi ella invecchia, diventa arida e sterile, l’abbandonano. Quel pezzo di terra gli vede partire, ma anche sterile, e comunque sorride, perché nessuno può rubaregli la gravidanza di speranza. Lei sa chi è e quanto rappresenta.
Presto delle sue viscere le piante minuscole, hanno iniziato di nuovo ad uscire, dopo la spigolatura di erbe, seguiranno ad essa la montagna alta con la sua equilibrata irregolarità dei futuri cespugli, fino a quando appaiono i primi alberi, la coraggiosa avanguardia legnosa, costituirà a sua volta i fermi passaggi delle foreste, boschi e foreste a venire. E i botanici hanno identificato alcuni di questi alberi colonizzatori della terra abbandonate ed esauste.
Saranno menzionati in questa pagina, solo due di queste piante: YAGRUMO -Cecropia spp Moraceae-. E BOTOTO -Cocholosperumum orinocense / C. Vitifolium Cocholospermaceae-. Scrivi sulla prima Leandro Aristiguieta lo seguente: “Alberi piuttosto alti, tronco dritto e stretto braccio. Le foglie sono grandi, lunghi piccioli digito – lobi, “alternas”, molto ornamentale. Si propaga per seme. I Yagrumos, sono piante molto ornamentali per le loro dimensioni sottili, adatto per giardini e parchi” -dal suo libro, Árboles ornamentales de Caracas. Caracas, UCV, 1962 p.164-.
Intanto Henri Pittier dice, “sono tra le prime piante legnose, che appaiono in campi di coltivi abbandonati, senza aver arrivato fino alla data per accertare l’origine dei semi. I gambi sono divisi internamente da setti trasversali in un gran numero di compartimenti che sono un rifugio per alcune specie di formiche dove trovano lì il loro cibo in grandi ghiandole o pulvini, situati alla base dei piccioli.
Il Yagrumo, dà alle formiche la stanza e il cibo, ma in cambio queste lo difendeno da qualsiasi nemico, essendo solo il pigro (Bradypus tridactylus), avido dei germogli teneri di questa pianta, l’unico che sembra indifferente ai loro attacchi. Questa associazione è uno dei migliori esempi di simbiosi”. -Nel suo Manual de las plantas usuales de Venezuela y su suplemento. Caracas, Fondazione Eugenio Mendoza, 1970 pp.420 -. 421-. Proviene il termine Yagrumo della lingua dei Cumanagotos, indigena di razza Caraibi, primitivi abitanti del nord-est del Venezuela. -Lisandro Alvarado, Glosario de voces indígenas de Venezuela. Obras completas, V. I. Caracas, La Casa de Bello, 1984. p.377-.
Espone il botanico Jesús Hoyos, le sue conoscenza sul BOTOTO come segue: “In Venezuela cresce spontaneamente nelle zone calde del paese, spesso formando parte della vegetazione pioniera, cresce dopo l’accesso e la masterizzazione [...] Piccolo albero da 4 a 12 m. alto, tronco e rami sottili, fragili. Fiori grandi, giallo – oro, appariscente, sono raggruppati in pannocchie terminali, che compaiono prima delle foglie, tra gennaio e aprile [...], si diffonde per semi e trincee. Non è esigente al tipo di terreno, cresce bene in poveri suoli e richiede l’esposizione in pieno sole”. -Dal suo bellisimo libro, Flora tropical ornamental. Caracas. Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, 1978, p.349-.
YAGRUMO Abbandonati i Campi dell’aratura, circondati dal tedio di steccati ciechi. Collassano al tempo i proibiti dall’oblio i sogni del ritorno della primigenia fronda. Arrivano con impulso nascosto delle destinale coperchio mille erbe senza nome, avvento in questi amari spazi scoloriti d’amore, avamposti sottomessi di “ríspidos”, soggetti minuscoli, cerimoniali selvatico di accoglienza all’albero principe. Come ci sono arrivati ​​i semi? ¿Essi giacevano sotto il il terreno in attesa dell’urlo? La Gaia Madre non dorme mai nei suoi misteri; sorveglia.
Il Yagrumo, alto albero, magro, la sua snellezza al giocare con il vento l’eccita, saluta giubilante con le loro grande foglie digitate al Sole, alle stelle, alla luna, alla pioggia, celebra la sua destinazione d’esistenza, avanguardia dei verdi, delle future foreste con il loro cosmo, con il suo caos, nel regno dell’essenziale realtà dei giorni infiniti. -Cecropia spp. Moraceae-.
BOTOTO Principe dei cespugli pioniero dei futuri boschi. Fragile, “quebradizo”, forte comunque nella propagazione della loro specie. Copre con la luce delle tue corolle abbandonate terre delle colline.
Piccolo albero nobile, elegante, instancabile colonizzatore del deserto in passato fertile. Dimostri all’umano la dedizione vegetale. Alla verità della bellezza doni il dorato dei tuoi fiori del puro Sole nutrito nella dolce atmosfera materna accesa di aprile.
Tradotto da: http://lenincardozo.blogspot.com/2012/06/arboles-repobladores-de-las-tierras.html Lubio Cardozo, Árboles repobladores de las tierras exhaustas. Viernes, 1 de junio de 2012.
Lenin Cardozo | ANCA24 – Hugo E. Méndez U. | ANCA24 Italia