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Como recoge la entrada del libro en Wikipedia, se trata de "un
manifiesto que llama a la transformación de la industria humana a través del
diseño ecológicamente inteligente." En la reseña que Daffyd Roderick firmaba para la
revista Time , "en lugar de fustigar a la raza humana por
su condición de bestias contaminantes, (los autores del libro Cradle to
Cradle) celebran nuestra prosperidad consumista, e insisten en que hay
caminos para convertir este impulso en una parte sana de un ecosistema dinámico
(...).
La propuesta es crear bienes cada vez más
eficientes, reciclables, duraderos y poco contaminantes. Si el mundo sobrevive con diseños que son
destructivos y poco inteligentes, quizá el problema se encuentre en los propios
valores de nuestra sociedad. Bajando a la tierra y manteniendo el discurso
simple: los productos ecológicamente más efectivos no parten de la necesidad de
poner parches al mundo contaminado, sino que han sido desarrollados para lograr
el máximo valor como bien de consumo y como elemento capaz de volver a la
tierra sin incidir negativamente sobre ella.
La eco-eficiencia, o eficiencia ecológica, es
sintetizada en Cradle to Cradle del siguiente modo:
- · Las construcciones deben ser concebidas imitando a los árboles, seres vivos que han perfeccionado técnicas de cobijo, refrigeración y regeneración durante millones de años: es decir, produciendo más energía de la que consumen y depurando las aguas residuales que generan.
- · Las fábricas deberían producir agua potable como efluente.
- · Una vez finalizada su vida útil, los productos no deben convertirse en basura inútil, sino que deben ser devueltos al suelo para que se descompongan y conviertan en alimentos para plantas y animales y en nutrientes para la tierra.
- · Los materiales generados con mayor asiduidad por la industria deben ser recuperados periódicamente para usos humanos y naturales.
- · Los medios de transporte pueden mejorar la calidad de vida y, a la vez, distribuir productos y servicios.
La eficiencia ecológica
propone ir a la raíz: en vez de reducir los consumos de energía, es posible
emplear el mayor número de recursos al alcance para que un producto o servicio
sea concebido como un bien que evite la contaminación, el consumo energético e
incluso sea capaz de aportar al entorno. Sumar en lugar de restar.
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William McDonough y Michael Braumgart
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