Todo indica, que dentro de 20 años, el trueque será uno de los sistemas económicos más fuertes, especialmente en el intercambio de alimentos y agua potable. De ahí, que el dólar y el euro dejaran de ser lo más preciados en el occidente para ser desplazados por el litro de agua potable, al igual, que el tazón de arroz de 700 gramos, que desplazara al yen japonés y al yuan chino, como monedas líderes del Asia.
Las potencias con mayor capacidad de fuego bélico, controlaran los pocos reservorios de agua dulce, que quedaran en cada uno de los continentes. A cuenta gotas, la racionaran para detener a más de tres mil millones de nuevas personas sedientas que para ese entonces nacerán, e igual, maximizaran sus gananciales económicos y de intercambio de esta nueva riqueza, por ser los únicos poseedores de este recurso. Consecuencia directa del derretimiento de los hielos polares que aumentará el agua de los océanos y causará la penetración de sal en las masas de agua fresca. Estas inundaciones costeras se intensificarán a tal grado que se presume la desaparición de las islas del Pacífico, produciendo un desplazamiento masivo de sus moradores hacia los continentes. Es decir, que en el Asia se tendrá menos territorio, para el cultivo, y más población buscando tierras donde habitar.
El arroz, será controlado fundamentalmente por China, y en el mercado de intercambio será el tazón de 600 gramos, el equivalente para la comida de una familia de 3 miembros, por día y se impondrá como la moneda más fuerte de alimento. Se estima, que aun cuando esa región produzca cerca de 1000 millones de toneladas para el año 2030, estos volúmenes no serán suficientes para saciar parte de la hambruna mundial que se desatara. Rusia por su parte, luchara para imponer el Pan de 500 gramos como moneda alimentaria, por ser ellos los productores del trigo, pero solo lograran su uso, en su área de influencia, debido a que apenas cubrirán, con gran precariedad, la demanda de la región y los países de su órbita. El subcontinente latinoamericano, desarrollara su propia moneda de intercambio o trueque y lo llamara el tazón de frijoles de 300 gramos. La hambruna en Latinoamérica se mitigara más que en otras partes del planeta, gracias a que el tazón de frijoles nos salvara. Por lo menos algunos frijoles tendremos para comer.
África, se convertirá en el continente rehén. Las migraciones fuera de ese vasto territorio se prohibieran. La hambruna y la falta de agua potable azotaran a ese continente. Tecnológica y militarmente se cerraran sus fronteras. Será el gran gueto del siglo 21. El continente se excluirá de las comunicaciones globales, para así disminuir la ansiedad de sus pobladores de buscar nuevas expectativas de vida.
Así, estarán las cosas en el año 2030.
Palabras claves: continente rehén, los frijoles nos salvaran, 20 años no son nada. Pongamos más atención a los problemas ambientales y tomemos previsiones.
Las potencias con mayor capacidad de fuego bélico, controlaran los pocos reservorios de agua dulce, que quedaran en cada uno de los continentes. A cuenta gotas, la racionaran para detener a más de tres mil millones de nuevas personas sedientas que para ese entonces nacerán, e igual, maximizaran sus gananciales económicos y de intercambio de esta nueva riqueza, por ser los únicos poseedores de este recurso. Consecuencia directa del derretimiento de los hielos polares que aumentará el agua de los océanos y causará la penetración de sal en las masas de agua fresca. Estas inundaciones costeras se intensificarán a tal grado que se presume la desaparición de las islas del Pacífico, produciendo un desplazamiento masivo de sus moradores hacia los continentes. Es decir, que en el Asia se tendrá menos territorio, para el cultivo, y más población buscando tierras donde habitar.
El arroz, será controlado fundamentalmente por China, y en el mercado de intercambio será el tazón de 600 gramos, el equivalente para la comida de una familia de 3 miembros, por día y se impondrá como la moneda más fuerte de alimento. Se estima, que aun cuando esa región produzca cerca de 1000 millones de toneladas para el año 2030, estos volúmenes no serán suficientes para saciar parte de la hambruna mundial que se desatara. Rusia por su parte, luchara para imponer el Pan de 500 gramos como moneda alimentaria, por ser ellos los productores del trigo, pero solo lograran su uso, en su área de influencia, debido a que apenas cubrirán, con gran precariedad, la demanda de la región y los países de su órbita. El subcontinente latinoamericano, desarrollara su propia moneda de intercambio o trueque y lo llamara el tazón de frijoles de 300 gramos. La hambruna en Latinoamérica se mitigara más que en otras partes del planeta, gracias a que el tazón de frijoles nos salvara. Por lo menos algunos frijoles tendremos para comer.
África, se convertirá en el continente rehén. Las migraciones fuera de ese vasto territorio se prohibieran. La hambruna y la falta de agua potable azotaran a ese continente. Tecnológica y militarmente se cerraran sus fronteras. Será el gran gueto del siglo 21. El continente se excluirá de las comunicaciones globales, para así disminuir la ansiedad de sus pobladores de buscar nuevas expectativas de vida.
Así, estarán las cosas en el año 2030.
Palabras claves: continente rehén, los frijoles nos salvaran, 20 años no son nada. Pongamos más atención a los problemas ambientales y tomemos previsiones.
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