Cada
22 de septiembre se celebra el Día Mundial sin Automóvil, una oportunidad
extraordinaria para reflexionar sobre nuestras sociedades dominadas por el uso
de los automotores. De igual manera este día se dedica a la promoción de la
bicicleta como una alternativa de transporte ecológico y saludable, que
contribuiría – de masificarse su uso – a la descontaminación del planeta y a
enfrentar la crisis energética.
El
Día Mundial sin Automóvil busca darle un respiro al planeta y nos invita a
dejar los carros en casa y optar por el transporte público, la caminata y, muy
especialmente, a considerar el uso
cotidiano de la bicicleta. Se trata de
concienciar a los ciudadanos sobre los efectos que los automóviles a base de
energía fósil tienen sobre el ambiente: menos dióxido y monóxido de carbono
ayudaría a limpiar el aire que respiramos.
En este momento
alrededor de 800 millones de bicicletas ruedan en el mundo, la
mayoría de ellas en China. Los ciudadanos de Suiza, Francia, España, Alemania,
India, Holanda, Polonia y países escandinavos muestran una notable preferencia
hacia este vehículo económico y no contaminante.
En ciudades
latinoamericanas como Santiago de Chile, Bogotá, Río de Janeiro, Lima y
Medellín, los gobiernos promueven programas de desarrollo que favorecen la
conducción de bicicletas, como la construcción de ciclovías, alquiler de
bicicletas públicas y otros novedosos proyectos que han logrado un aumento
significativo del uso de los vehículos de dos ruedas en el continente.
Venezuela está dando
sus primeros pasos. En el Zulia, gracias a la iniciativa del Gobierno Regional,
diversos municipios se están
incorporando a este concepto que constituye un signo de modernidad y
desarrollo. La ciclovía dominical de la Avenida
El Milagro tiene más de un año de funcionamiento, permitiendo
a los marabinos una interacción directa con la ciudad; de igual manera este fin de semana fue inaugurado
el Eco-Parque Rutas de Palmarejo, en la Costa Oriental del Lago, una apuesta que conjuga la actividad turística
con la práctica del ciclismo de montaña.
El
ciclismo es catalogado como “Medicina sobre dos Ruedas” ya que está más que
demostrada su contribución favorable al
funcionamiento del sistema cardiovasculares, sumado a
que tonifica los músculos y mejora la capacidad pulmonar, reduce los niveles de
colesterol en la sangre, contribuye a mejorar la coordinación motriz, es un
excelente ejercicio aerobico que combate
los riesgos de sufrir sobrepeso y obesidad, reduce los niveles de estrés, mejora
el estado de ánimo y puede ser una excelente alternativa para compartir en
familia.
La bicicleta, con sus
200 años de existencia, es un símbolo de
nuevos y mejores tiempos, es la opción de transporte más económica, ecológica,
saludable y versátil que se conozca, razón por la cual cada 22 de septiembre recordamos
que sobre dos ruedas está la posibilidad de ciudades menos contaminadas y menos
estresadas.
Fanny Reyes / Lenin Cardozo
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