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domingo, 5 de agosto de 2018

Alaska se enfrenta a un futuro encuentro con los osos polares


Gracias al trabajo de coordinación de las patrullas de osos polares en Alaska, el biólogo Mike Pederson está acostumbrado a los encuentros con este depredador.
Pero en una noche muy oscura, a Pederson le llamaron para investigar el avistamiento de un oso polar que se había desviado hacia hogares humanos.
El biólogo tuvo que subir una loma de arena para llegar a donde el oso había sido visto por última vez y cuando llegó a la cima lo encontró esperando al otro lado.
“Vi su nariz negra”, recuerda. “Empecé a correr hacia mi vehículo y esperé a que el oso se alejara antes de que pudiera ‘asustarlo’, para no dañar al oso o a mí mismo”, cuenta Pederson.
Disuadir a los osos
La “confusión” es el término que se utiliza para describir la manera de ahuyentar a los osos polares cuando se acercan demasiado a los humanos. Se usan una variedad de métodos, desde luces y sonidos de bocinas de los coches, hasta disparar un explosivo llamado “cracker shell” cerca del oso.
Los conservacionistas predicen que este tipo de eventos serán más comunes en el futuro a medida que el hielo marino ártico, terreno de caza del oso, desaparezca.
Según la organización conservacionista internacional WWF, en muchos lugares del Ártico, los osos polares están más tiempo sobre la tierra durante el verano.
“No importa lo que usted piense sobre el cambio climático o lo que opine acerca de los osos polares: todo el mundo estará de acuerdo en que se deben evitar o mitigar posibles conflictos entre el oso polar y el ser humano, dondequiera que pudieran ocurrir”, dice Doug Clark, de la Universidad de Saskatchewan, Canadá.
El profesor Clark es uno de los principales expertos en osos polares. Recientemente estuvo presente en un encuentro donde asistieron delegados de Rusia, Noruega, Groenlandia, Canadá y Alaska para un taller en el Fram High North Research Center sobre el Clima y el Medio Ambiente, en Tromso, Noruega.
Los delegados de los “estados área” de osos polares discutieron formas de proteger tanto a osos como a las personas en un escenario donde, cada vez, estos animales se mueven más cerca de los seres humanos.
“Cuando desaparezca su hábitat, los osos polares visitarán a los humanos más a menudo y se intensificará el conflicto”, dice Dag Vongraven del Instituto Polar Noruego.
“A lo largo del Ártico, las poblaciones locales han desarrollado enfoques innovadores y llamativos para prevenir los conflictos de forma que funcionen en su contexto específico”, comenta y añade, “así que lo que un taller como éste hace es dar a todos la oportunidad de compartir sus observaciones y experiencias”.

País de osos

En algunas zonas de Alaska, como Barter Island en la costa ártica, las visitas de los osos polares se han convertido en parte de la vida cotidiana, incluso por la mañana cuando los niños van a la escuela.

“Llegan a las comunidades tratando de encontrar comida y alimentar a sus crías”, dice Mike Pederson del departamento de Gestión de la Fauna Salvaje, distrito North Slope, Alaska.
“Se están acercando a los pórticos de las personas donde pueden encontrar grasa o carne de foca, o aletas de morsa que estén fermentando, que es una delicia para nosotros. Así, huelen las fuentes de alimento e intentan llegar a la fuente de comida”.
En Alaska, los explosivos “cracker shell” y otras balas conocidas como bolsas de frijoles se disparan para obligar a los osos polares a volver al hielo. El objetivo es evitar que tanto una persona o un oso polar salgan malheridos en caso de conflicto.
Sin embargo, estos elementos de disuasión ‘no letal’ no siempre tienen éxito.
En agosto de 2011, un oso polar fue muerto accidentalmente por un guardia de seguridad en Alaska cuando se acercaba a un recinto en el que vivían trabajadores de una petrolera.
El guardia trató de “confundir”, o espantar al oso, pero terminó disparándole.
En el mismo mes, un oso polar mató a un adolescente británico en un viaje de la escuela en la isla noruega de Spitsbergen.
A pesar de estos significativos incidentes, no existen estadísticas fiables sobre ataques de osos polares.

El reto del turismo

Geoff York del programa internacional “Global Artic Programme” de la organización WWF dice que los “estados área” de osos polares están compilando una nueva base de datos sobre los conflictos entre estos depredadores y los humanos para hacer frente a la falta de información consistente.

“Esperamos que este otoño tengamos un buen sistema de datos que pueda empezar a contarnos un poco más sobre el tema como, ¿cuál es la historia?, ¿vemos alguna tendencia en los números?”.
Se dice que una manera de prevenir los conflictos es educar a los humanos, que entran en territorio de osos, en el comportamiento de estos animales.
“La mayoría de los biólogos expertos en osos polares diría que, en general, son predecibles en su comportamiento y nos dan pistas. La cuestión es si sabemos leer esas señales”, comenta.
“Dicho esto, hay siempre un animal entre 100.000 que es menos predecible o se encuentra en una situación que se vuelve impredecible, pero hay ciertas cosas que podemos claramente enseñar acerca del comportamiento del oso”, aclara.
El deshielo abrirá partes del océano, que facilitarán el acceso a los buques que vienen del norte, lo que inevitablemente atraerá turismo e industria.
“Cuantas más personas se encuentren en territorio de osos polares, sobre todo si estos osos están en estado de estrés nutricional, es posible que haya más conflictos”, dice James Wilder del servicio de Pesca y Fauna salvaje de EE.UU., Gestión de Mamíferos Marinos.
“La manera de resolver esto es a través de la educación de las personas y de adoptar un enfoque basado en datos, recabando información sobre el pasado de los conflictos entre osos y humanos y aprendiendo las lecciones que podamos sacar de ello… y aplicándolo a lo que podemos esperar en el futuro”.
Por Lubio Lenín Cardozo | Gustavo Carrasquel
Vía | BBC

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