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domingo, 5 de agosto de 2018

Osos polares no se adaptan al deshielo en el Ártico, falta alimento y mueren de hambre


El Ártico se está calentando el doble de rápido que el resto del mundo debido a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Las temperaturas en la región han aumentado durante el último medio siglo.
JERoss_NG-News_PB-Article_2012-01_3-950x633El hielo marino de la región ha disminuido 40 por ciento desde la década de 1970, la fusión de principios de cada primavera y tomando más tiempo para congelar cada otoño, una tendencia que ha alterado los ciclos de alimentación y reproducción de cientos de especies árticas.
Científicos monitorizan dos docenas de individuos en Alaska y descubren que, al contrario de otros osos, no reducen su actividad ante la falta de comida. El deshielo provoca la disminución de focas, su principal fuente de alimento.
Esta situación ha causado alarma en el Ártico. Los osos polares, los principales depredadores de la zona, están seriamente amenazados. Y es que científicos estadounidenses han descubierto que estos poderosos animales no saben adaptarse a la falta de alimento, como hacen sus parientes de zonas más templadas, y mueren de hambre.
Expertos de la Universidad de Wyoming han llevado a cabo un ambicioso plan para monitorizar a dos docenas de individuos al norte de Alaska. La idea de partida era saber si, ante la falta de alimento en verano, los osos polares entran en un estado letárgico, similar a la hibernación, que les permita ahorrar energía y aguantar hasta que la disponibilidad mejore.
La mala noticia es que han descubierto que estos grandes animales no son capaces de entrar en ese letargo y, simplemente, mueren de hambre. La principal fuente de alimento de los osos polares son las focas, que cazan en el mar helado.
Pero el mayor deshuelo en la zona provoca la desaprición de las focas y, por ende, la de los osos. “Su metabolismo es más parecido al de cualquier mamífero con limitación de alimento que al de un oso que hiberna”, explica John Whiteman, el investigador jefe, en declaraciones a la BBC. En cambio, la investigación ha descubierto que los osos polares sí pueden adaptars su cuerpo a la natación en aguas heladas.
“Tienen la habilidad de, temporalmente, enfriar la parte más externa de su cuerpo y así proteger sus organos vitales”, afirma Whiteman, que explica que uno de los animales monitorizados, una hembra, fue capaz de nadar ininterrumpidamente durante nueve días y 400 millas marinas, desde la costa hasta un bloque de hielo. El problema es que perdió el 22% de su masa corporal y a un osezno en su odisea.
Por Lubio Lenín Cardozo | Gustavo Carrasquel
Fuente | insideclimatenews.org

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