Los sueños y esperanzas de muchas familias se materializan al recibir su hogar gracias a la Gran Misión
Vivienda Venezuela. Es la seguridad y satisfacción de contar un techo propio
que sea sinónimo de bienestar y progreso para cada integrante de núcleo
familiar.
En el Zulia, la gestión de gobierno ha permitido vincular esta importante iniciativa con el noble y urgente llamado a preservar el ambiente, mediante la entrega de dos árboles frutales por cada vivienda adjudicada.
Contribuir
con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie
humana es un mandato que nos vincula a todos y la estrategia de reforestar las ciudades y
restablecer el verdor en zonas que han sido vulneradas constituye un compromiso
de los gobiernos, instituciones y la ciudadanía.
Caujiles,
semerucos, chirimoyas, lechozas, guanábanas, naranjos, mangos, limoneros,
guayabas, almendrones, nísperos y uvas de playa, son algunas de las especies
que la Misión Árbol, en coordinación con los entes ejecutores, dispone en cada
acto de entrega de la GMVV en los diferentes municipios del estado Zulia, como
aporte para el buen vivir.
Estos
árboles tributarán sus frutos, sombra y belleza a cada familia y comunidad,
brindando la armonía necesaria entre naturaleza y urbanismo, mejorando la calidad del
aire que respiramos, moderando los
rigores del clima que caracteriza a nuestra región y sirviendo como el
necesario albergue y alimento para las aves y otros animales silvestres.
La entrega de árboles frutales a la par de los nuevos hogares en el
marco de la Gran Misión Vivienda Venezuela es una iniciativa nacida en la
región zuliana que comienza a multiplicarse en el resto del país.
Fanny Reyes / Lenin Cardozo
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