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miércoles, 21 de mayo de 2025

“Arenas contra Veneno” --- Capítulo Especial (Cuando GEC-Arenus se enfrenta por primera vez con GarbagMan)


En una tranquila  costa luminosa, el mar brilla y los niños de una aldea pesquera juegan cerca de sus botes.

Las costas de Luzmarea eran sagradas. Aguas limpias, arenas doradas y un pueblo que vivía en armonía con el mar.


Nubes negras surgen en el horizonte. Del mar profundo emerge Garbagman, gigantesco, cubierto de alquitrán, tubos rotos y redes contaminadas.

Garbagman (gritando):

¡El mar también me pertenece! ¡Beban petróleo, coman plástico!


Garbagman lanza toneladas de residuos industriales y barriles oxidados en el océano. Peces muertos flotan. La costa empieza a ennegrecerse.

El veneno avanzaba como una marea oscura.


Los pescadores solo tenían una esperanza...



Del viento salino y la arena surge una figura dorada, con una capa de algas sagradas y un báculo de coral: es GEC-Arenus.

GEC-Arenus:

¡Las costas son guardianas de vida, no de tu podredumbre!

¡Yo soy la resistencia de las olas!


Combate feroz. GEC-Arenus invoca ráfagas de arena luminosa que solidifican los residuos. Garbagman responde con chorros de ácido y lodo.

Onomatopeya:

¡CHSSHHH! ¡BROOOUUM!

Niños y pescadores rezan y lanzan al mar ofrendas de sal y cantos ancestrales. La energía espiritual del pueblo fortalece a GEC-Arenus.

Cuando un pueblo defiende el mar, no hay veneno que pueda con su luz.

GEC-Arenus lanza su ataque final: una ola de purificación solar que encierra a Garbagman en una trampa de sal viva y luz coralina. Garbagman es arrastrado por la corriente hacia el abismo marino. 

GEC-Arenus (gritando):

¡Por cada pez, cada ola, cada niño... esta costa seguirá viva!

La playa vuelve a brillar. La gente abraza a GEC-Arenus.

Ese día, las costas no se rindieron.

Porque donde hay brisa y luz, hay un guardián llamado GEC-Arenus.



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