Powered By Blogger

jueves, 15 de mayo de 2025

La Ira del Núcleo Rojo. Capítulo IV – Solian y los Solarianos defienden la Tierra de los neomarcianos

 


En las profundidades  del subsuelo marciano, se encuentra el Núcleo Rojo que arde y se agita como un mar de lava en tempestad. Ríos de magma oscuro y energía fósil corren como venas de un titán dormido.

Ahi la luz no llega y es el reducto o guarida de una antigua fuente de poder corrupto, forjada con los restos de civilizaciones perdidas y la furia de los exiliados.



El Capitán Carbón, de pie frente al Núcleo, con su armadura marcada por la derrota, extiende sus manos hacia el abismo y exclama:

¡Dame tu fuego, oh núcleo eterno!

¡Conviérteme en la tempestad que arrasará la Tierra!

Segundos despues, una explosión de energía se desborda y arropa  el cuerpo del Capitán Carbón y lo transforma: ahora más alto, más oscuro, rodeado de tentáculos de humo y placas metálicas vivas. Su nueva forma: “Carbón Primordial”.

Así renace el enemigo.

Ya no es un comandante…

…es la Ira Encarnada del Núcleo Rojo.




Mientras tanto en la Tierra, los Solarianos captan anomalías en sus sensores solares. Alarmas suenan. En el cielo, una brecha rojiza comienza a abrirse.

Solariano Científico:




¡La energía marciana está rompiendo el espacio-tiempo!

¡Viene algo… descomunal!




Solian, en un templo solar en lo alto de la Cordillera del Sol, contempla la ruptura cósmica. Su báculo brilla con energía vibrante.

Y le dice a los presentes:

La oscuridad ha mutado.

Necesitaremos más que mi luz…

…necesitaremos la fuerza de todos los pueblos solares.


El cielo se tiñe de rojo profundo. Carbón Primordial emerge con una risa monstruosa.




Solian alza su báculo mientras los Solarianos forman una red de defensa alrededor del planeta.

La batalla por el alma de la Tierra está por comenzar.





Los Solarianos acorazan a la Tierra con su escudo protector solar.


Continuará en el Capítulo V: “El Concilio de Luz”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario